4 de marzo de 2010

No es pa' tanto


La selección le ganó a Alemania y ahora infla el pecho. Los teutones jugaron como siempre, o sea feo. Argentina metió el culo contra el arco y las alabanzas arrecian.

En serio. No es para festejar tres días. No es para gastar tanta tinta en adjetivos rimbombantes. No se puede creer el forreo crítico de TyC (no vaya a ser que los actores se enojen) usando litros de saliva para justificar la mezquindad del planteo argentino.

Dicen que Diego dijo que así se va a jugar en Sudáfrica. Chau. Las pocas esperanzas que quedaban para observar algo de magia ya quedaron truncas a 98 días del Mundial. Vamos a ir a cuidar el cero y desde allí todo es válido... como ayer. Argentina atacó dos veces.

Di María metió un pelotazo en el travesaño y después habilitó a Higuaín (goleador en serio) para el único gol del partido. Esas fueron las dos veces y después a sacarla para las tribunas. Si hasta Verón se puso el overol pa’ correr gente. Para colmo la escuadra nacional jugo con diez otra vez porque Messi hizo nuevamente de turista.

En serio... no jodamos. La misión es pasar la primera ronda a cualquier precio y, para lograr eso, el técnico encontró una estrategia de oferta pero que se la vendieron fallada porque la parte del ataque no funca y, por lo tanto, esa parte de la película será dependiente de las excelencias individuales de los actores de turno.

El técnico aseguró que este triunfo demuestra que “estamos vivos”, pero con mucho frío. Vamos... si el técnico y periodismo están engañados por el triunfo en Munich, hay muchos que no lo estamos. Muchos no nos comemos la galleta. Salir a la cancha con cuatro marcadores centrales integrando la última línea no es sólo un mensaje. Es un estilo de vida.

Ir a un Mundial pensando así como piensa el cuerpo técnico nos exime, para siempre de criticar a los italianos y su mezquina manera de jugar. Nos van a doler los ojos... así que hay que estar preparados.

23 de febrero de 2010

Picacarne


Atlético dice que es de Primera, pero la presión del promedio ya comenzó a calar y el stress por el puntito ya desata iras.

Todo llega. En el fútbol también. La euforia de la cargada al "primohermano" ya mutó a gesto adusto. El fondo de la tabla tiene piso enjabonado y el "deca" no hace pie desde hace rato. Cada esfuerzo termina en resbalón y cada resbalón en un error no forzado... o no tanto.

No gana desde que arrancó el Clausura y la bonanza del final del Apertura fue efímera. "Chiche" Sosa, por primera vez, escuchó a espaldas de su banco el murmullo crítico porque el resultado no acompaña. El ingreso de Musto y Gigliotti disparó más el malestar.

La gente mira el juego desde la pasión y todos hablaron de la mezquindad de los cambios, pero para atacar hay que tener la pelota y el dueño de ella era Ortigoza. Musto podía ayudar a que el volante de Argentinos empezara a compartir la posesión.

Todo el mundo pedía al limitado Fabio Escobar como si fuera Rud Gullit. El paraguayo es otro de los iluminados de este deporte. A pesar de las dudosas virtudes que posee hace goles y ese hecho lo posiciona como un hombre a tener en cuenta. El día que se le apague la luz de la fortuna no se dónde irá a parar. En medio de este "drama" deportivo hasta se la agarraron con el Pulga Rodríguez, ídolo si los hay.

A Chiche no le gustó que lo cuestionaran y dicen que hasta amagó subirse a un bondi y pegar la vuelta a sus pagos. Pero este deporte es materia opinable para cualquiera hasta para aquellos que la pasión los obnubila. Y en eso de opinar creo que Vargas, el otro paraguayo, no es más que Montiglio, Drocco, Musto, Erroz, Longo y que Granero, pedido a gritos por los hinchas y borrado impunemente por el técnico.

El refuerzo guaraní jugó en todos los puestos de la media cancha y no hizo diferencia como para seguir siendo el titular por encima de los apellidos del párrafo anterior. Pero bueno, yo no soy el técnico y no decido. No trabajo en la semana con ninguno de ellos y no sé si el día del partido alguno de ellos tiene dolor de muela, o ataque de caspa o cualquier otro mal que no le permita jugar antes que el paraguayo.

Todas estas disquiciones, mías y de los hinchas, quedarán en la nada cuando Atlético comience a ganar. Esos triunfos le darán el aire necesario para anudar los cordones de unos zapatos con clavos que le permita escalar desde el fondo enjabonado de la tabla de los descensos.

22 de febrero de 2010

Sudáfrica y el humo


Parece mentira. Faltan cinco meses para que se juegue la Copa del Mundo y de lo único que se habla es de eso. Como si salir campeón o no, nos fuera a cambiar la vida.

La vida no nos va a cambiar, seguro. Gane o pierda la selección, Juegue mal o bien... casi siempre juega feo y si hasta aquí no hemos sucumbido, seguro que ello no va a pasar. El discurso símil catástrofe que propalan los medios no es real y apenas sirve para distraer.

Maradona, como todos los anteriores técnicos, no le encuentra la vuelta al juego y tampoco, hasta aquí, a los nombres de los integrantes. El número de convocados indica incertidumbre más que prueba. Por más que el técnico hable de posibilidades para todos, el mismo ha dicho que ya tiene 16 o 17 nombres seguros.

Tampoco es saludable que el técnico salga a contestarle al primero que opine en contrario a su proyecto. Eso es gastar pólvora... Siempre van existir críticas y si juega como juega, mucho más. Para colmo disputa partidos casi de entrenamiento con rivales de poca monta y que dejan más expuestos errores y desencuentros dentro del campo.

El periodismo deportivo da y tema con que Riquelme es la solución a todos los males. Hace rato que el talentoso volante no es solución en Boca, donde juega más seguido y conoce mucho más a sus compañeros. El periodismo le pide un gesto "patriótico" por el bien del fútbol argentino. Otro error porque el bien de este bendito deporte no pasa porque la camiseta nº 10 de la selección esté o no en la espalda de Riquelme.

Polémicas inútiles, palabras vacías que instalan a la mediocridad de la selección como una cuestión de estado. Es sólo un equipo de fútbol con un derrotero incierto y, que si le encuentra la mano, hasta puede ser campeón del mundo. Sólo con mirar a los nombres que pueden integrarla, pensar en que puede dar la vuelta olímpica no es quimérico.

Si de todos los que van Brasil es el más candidato de todos, pero a los partidos hay que jugarlos como dice el viejo adagio y, en un mundial, hasta el mismísimo Brasil puede perder. Y si ellos, que juegan siempre bien a veces pierden, miren si nosotros no podemos perder.

En serio muchachos, si somos campeones ello no va alterar nuestras vidas y si somos un calambre, tampoco. Es un juego, apenas, para los que nos sentaremos frente a la tele y un negocio enorme, para la FIFA, para los jugadores y para los medios. A los que se reparten la torta no les importa el juego, solo la porción que les toca.

Recuerden, después de cada jornada, gane quien gane y pierda quien pierda igual tenemos que ir al laburo. Esa es nuestra realidad

17 de febrero de 2010

Banquillo


Bussi está otra vez frente a la justicia. Pasó tiempo, pero el tiempo llegó. El horror de los años de plomo que continuará a pesar de que los culpables sean condenados.

El ex-general prepotea... como cuando tenía vida. Como cuando era el dueño... de la vida. Balbucea, se emociona, reivindica, ofende, ataca, justifica. Busca aliados en los aplausos obsecuentes de los integrantes de su desmembrado partido. Pide tiempo para respirar y para que su presión no se dispare.

Parece indefenso detrás de una enfermedad que lo cachetea desde hace años. Silla de rueda que lo traslada, bigotera que le ayuda a respirar y pañuelos descartables que secan sus ojos y su boca que se llena de saliva mientras las ojas de su escrito avanzan una tras de otra. Copa de agua para mojar la boca...

No va a contestar cuando le pregunten. No está en condiciones de hacerlo, dijo. Estrategia y salud formarán un duo para ocultar. Después de leer durante horas justificativos a un accionar cruel era lógico que no la iba a dejar picando para que los que lo acusan le conviertan un gol cuando el ya no puede volar de palo a palo.

Busca, desde su lamentable actualidad, despertar piedad. Virtud, que por otra parte sus acusadores, dicen que no tenía cuando ejercía el poder. Persecusión política, aseguran sus acólitos, que son las razones para que otra vez el hombre duro esté donde se sientan los delincuentes. Bussi, no es desde hace años, un peligro político para nadie.

Serán dias de recuerdos horrorosos, para unos y sentimiento patriótico para otros. Cada una seguirá peleando la guerra que Bussi dice que existió. Unos quieren la verdad y recuperar los cuerpos que el silencio cómplice oculta con la misma eficacia que la tierra que los cubre. Otros quieren que se los reconozca como integrantes de una gesta épica y salvadora.

Estos últimos son los que están, otra vez, en el banquillo.

12 de febrero de 2010

El paraíso ( ahí estuve)



Recién recupero mi compu. Por eso tardé un mes y días en contar de mis vacaciones. Descansé, cociné, comí a lo loco y conocí gente y lugares... siete días felices.

Córdoba me gusta y a la familia también. Fuimos los cuatro y eso estuvo bueno. Me aventuré a manejar, pero la aventura fue efímera. Mi hijo Claudio se convirtió en un fundamentalista del volante y no me dejó ni que abriera la puerta del tutú. Igual joya... sumó para que el descanso sea tal.

Le apuntamos a La Falda y "José Suerte" contribuyó para la elección del alojamiento. Desde la web, el hotel parecía como mucho... "careta" dijo Agostina, pero ni ahí. Chico, fuera del casco céntrico, en un cerro, de frente al lago, pileta, asador (fundamental), silencio, paz y atención joya. Staufen Club Hotel, se llama y, si les cabe, no se lo pierdan

Gastón, el dueño, parece Mascherano... está en todos lados y te la hace fácil. Se preocupa por "su gente" y aconseja sitios para visitar y morfar. Encima, el precio. Menos de 100 por pera con desayuno. Limpieza y orden, sencillo y familiero. Ayudados, además, porque coincidimos con un grupo de pasajeros, casi como uno.

Las dos "paparulas" Chiara y Camila se ocuparon de despertar ternura y sonrisas en dosis similares. Lo contrario a su mamá, Cynthia, quién casi no hizo ruido durante toda nuestra estadía. Pablo, el papá, llegó más tarde y lo consideré un tipo oportuno: arribó el día antes a que nos morfemos empanadas tucumanas "fréidas" en grasa producidas por mis propias manos.

Agostina me vendió como el mejor empanadero del mundo y Gastón dijo que quería probarlas. Le dije que si a Mascherano y ligaron todos los pasajeros. El carnicero que me vendió el matambre también consiguió su docena. Los porteñísimos e hipergallinas Carlos y Silvia y sus dos hijos también se prendieron. La sobremesa se estiró hasta bien entrada la tarde.

La estadía también estuvo marcada por tres asados en familia, algunos, y con más compañía los otros. Dormí mucho y por lo tanto descansé. Siempre dije que iba a hacer 600 kilómetros para dormir buscando achicar el stress de un pésimo 2009. Lo logré pero también hice cosas que me divirtieron, conocí gente y lugares y gasté guita (no mucha) con gusto.

Tardes de pileta estiradas hasta la puesta del sol que derivaba en la inexorable mateada. Sol y brisa que ayudaron al bronceado (ennegrecido en mi caso, ya que mi bronceado es de nacimiento). Noches estrelladas, paseos por la villa, visitas a pueblos vecinos y la Cascada de Olaen. Joyitas que ayudan a arrancar un nuevo año.

Gracias Staufen... Gracias Mascherano. Seguro que nos vamos a volver a ver.

13 de enero de 2010

No estoy

En realidad estoy en el paraíso. En las sierras de Córdoba. De vacaciones, como corresponde a un trabajador argentino.

Apenas vuelva cuento, con fotos incluídas, dónde estoy. No exagero cuando hablo del paraíso, pero esperen a ver las imágenes. Estoy engordando y comiendo lo que venga y lo que vaya también. No tomé pastillas para la presión. No me hizo mal nada. Los veo a la vuelta o les escribo mejor. Después van a querer venir todos.
Un abrazo... enorme

1 de enero de 2010

2010... una te pido nomás


Escribo esto en la mañana del último día del 2009. Jamás en mis 52 rogué tanto para que se terminara un año.

"Si... pero tenés una familia hermosa..." me dicen algunos cuando me quejo por algo. Que tendrá que ver mi familia hermosa? Si me estoy quejando por otras cosas y no por mi vida familiar. Sólo tiene que ver con la tranquilidad que no consigo y creo que a esta altura me lo merezco.

Agredezco lo que poco o mucho que poseo. Un buen laburo, un auto que labura, una hija estudiosa y responsable, un hijo hiperespecial y una mujer que me pone el hombro... y los amigos, que los tengo de a puñao y que tengo la enorme dicha de no pagar para tenerlos.

Reniego de otras cosas. De los energúmenos que creen que por uno junta amigos de a puñao, pasa a ser el enemigo más temido. De las injusticias de no ser valorado como me lo merezco porque los mediocres manejan el mereciómetro. No debería preocuparme de los energúmenos y de los mediocres, me dicen los mismos algunos de siempre en una frase pretendidamente pragmática.

Pero si yo lo dejara de hacer, de preocuparme digo, me debería preocupar (redundancia que me hicise mal...) mucho más porque significaría que el Negro Veliz está cambiando. Pero también reniego porque esos energúmenos y esos mediocres se meten con gentes que quiero y respeto.

Para colmo, la intranquilidad se ensañó en estos últimos 365 días y alejó para siempre de mi lado a gente muy querida. Leyes de la vida que le dicen, pero nadie dice que esas leyes, así como son de inexorables, también son así de crueles.

Sigo sin poder digerir no ser un periodista rentado, en un lugar donde el periodismo "se renta a sí mismo" con absoluta irrespetuosidad sobre uno de los laburos más sublimes que conozco. Ejercer el periodismo es eso y mucho más pero para los que lo toman como metier habitual por estos "lares" sólo es un laburito para sumar platita.

Se han convertido en rastreros de la moneda; en mendigos de un avisito; en arrodillados de una profesión sagrada que merece la pelea palmo a palmo con los dueños de los medios, para lograr el respeto por la profesión que tienen la suerte de ejercer. Respeto que se consigue imponiendo el estatuto del periodista, por ejemplo.

Me ha perseguido la malaria durante todo el 2009 y eso que alcanzo a parar la olla, pero igual me jode que la tranquilidad no llegue y no pido mansiones ni countries, ni cuatro por cuatros, ni plasmas. El Trío Manal lo decía en "Jugo de tomate frio"... "no es necesario tener un auto, ni relojes de medio millón, cuatro empleos bien pagados, ni ser astro de televisión..."

Quiero dejar de correr, quiere bajar el nivel de adrenalina, quiero sentarme un poco y mirar... En definitva quiero ser feliz por unas horas al día aunque sea. Quiero dejar de dar exámenes todos los días para demostrar lo que largamente ya demostré. Ya está... ya tengo 52 y creo que me lo he ganado.

Termino el post en la tarde del primer día del nuevo año, luego de leerlo y reelerlo. Me pregunto si será demasiado lo que pido y si no es injusto hacerlo observando lo que me rodea. Creo que no... la felicidad no tiene porqué ser siempre brasileña.