ANALISIS Y OPINION DESDE FUERA DEL SISTEMA SOBRE TEMAS DEPORTIVOS Y OTRAS YERBAS
29 de septiembre de 2008
Imbancables y Sonrisas - 11º 2008
Imbancables:
Floggers, glams, emos: en mi barrio a todos les decíamos igual: pelotudos.
La cintura de Azconzábal: ni una catarata de leche descremada la ablanda.
Las cejas del economista Osvaldo Granados
El flequillo de Mónica Gutiérrez
Los hinchas de básquet de Talleres de Tafí Viejo, que no saben nada y putean como si supieran más que el "Oveja" Hernández.
El casamiento de Roberto Piazza: Mucho puto junto pa' mi gusto.
Las patadas de "Satanás" Paez: el defensor "decano" es más peligroso que yacaré en una bañera.
Los trozos y los grosos.
Tinelli: un abonado a esta sección que ahora se aprovecha de los trozos y los grosos.
Nicolás Cabré porque hace siempre el mismo papel y encima se la cree.
La camisa de Roberto Jiménez en la cena de los 106 años de Atlético.
Foto: www.lagaceta.com.ar
El tartancheo de José.
El peinado del colega "Bambino" Gómez.
El peinado de los periodistas del programejo de Canal 6 de CCC Edición Limitada.
Sonrisas:
El "Bichi" Borgui: Dice lo que todos en el ambiente callan. Un capo.
El golazo de San Martín ante Rosario Central.
Si quiere más sonrisas, compra la Gente... allí todo es un paraíso.
28 de septiembre de 2008
Casi pierde, casi gana
Instituto hizo lo mismo que Atlético ante Belgrano y se terminó llevando un punto cuando ya tenía tres en el buche. Al final fue 2-2 porque Atlético le puso corazón.
Foto: lagaceta.com.ar
El 2 - 0 obtenido en Córdoba ante Belgrano disparó la espectativa de los hinchas, pero el Monumental igual no se llenó. Es que las entradas están caras y, a horas de fin de mes, se nota la falta de recursos. Pero fue más gente.
Instituto saltó al césped del Monumental con el mismo argumento que utilizó Atlético en la fecha pasada ante Belgrano. Dos líneas de cuatro para defender y dos delanteros rapiditos que también ayudaron en la marca tomando las subidas de Martos y Bressán (después Reynoso) para atacar.
Atlético repitió nombres pero ahora la responsabilidad de ir era suya. Campo y pelota le pertenecieron, pero la claridad y la presición fueron virtudes del equipo de Ghiso. Pereyra tenía libertad vigilada para ir por donde se le antoje a su tranco largo pero sin gravitar en la misma medida que en la fecha pasada. Mientras que al "Capé" Sarría se le notó, como nunca, su lenteja para manejar los hilos.
La responsabilidad de arrimar peligro quedó en manos de los carrileros Longo y Montiglio, pero ambos fueron controlados con absoluto suficiencia por la estructura que "Vitrola" Ghiso dispuso y, que en la primera etapa, tuvo su punto máximo de rendimiento.
Allí Atlético hizo todo con lentitud y fue predecible a la hora de atacar. En que fuera lento y predecible tuvo mucho que ver el orden y la entrega de los cordobeses que no se apartaron del libreto a pesar de quedarse con un hombre menos y de ponerse 2-0 arriba con absoluta justicia. En el primer segmento el local apenas produjo una oportunidad para convertir cuando Tombolini le atajó un cabezazo a quemarropa a Sarría.
En el arranque del segundo Sarría se quedó en las duchas y el "Pulga" Rodríguez le puso vertigo al ataque "decano", que continuó luchando contra la falta de prescisión que Insituto le provocaba con una marca asfixiante aunque mucho más cerca de su área. Los cordobeses ya no cruzaban la media cancha.
Atlético parecía que podía pero siempre surgía una pierna cordobesa para alejar peligro. Cuado la impaciencia comenzó a ganarle a la entrega "decana" Rivoira se la jugó sacando un volante (Musto, lejos de aquel que jugara en Córdoba) y haciendo ingresar un delantero (Gutiérrez). Más gente y menos espacio.
Pelota profunda para Longo que manda centro (para mí se había ido por línea final) intento de Lujambio que es obstruido y el rebote que aprovecha Gutiérrez para achicar cifras y sacarse la mufa de la sequía que lo perseguía. Protesta generalizada de los cordobeses al juez de línea y Guiso que se va expulsado.
Sin claridad y con mucha actitud Atlético vió una lucecita para arribar al empate. En el minuto ochenta y cinco Rodríguez (determinante para la recuperación) que mete una pelota por el ojo de una aguja y Montiglio que define con calidad ante el achique de Tombolini 2 - 2 y festejo largo.
Atlético terminó con los tres puntas de su plantilla dentro de la cancha (Gutiérrez-Lujambio-Rodríguez), con el "Flaco" Pereyra armando juego, con Longo y Montiglio subiendo por las bandas, con Reynoso y Granero corriéndose todo y defendiendo sólo con "Satanás" Paez y Martos. Lo que se dice absolutamente jugado.
En el segundo tiempo Instituto descartó atacar. Una porque Atlético lo apretó contra su área y otra porque pensó que iba a aguantar estando dos goles arriba. Fue errónea la lectura de la situación del equipo de Ghiso. Atlético estuvo para el cachetazo en la primera parte y en la segunda Instituto no se animó.
Atlético aprovechó su momento y rescató un punto. Instituto aprovechó el suyo y estuvo a punto de llevarse tres si su planteo de la segunda etapa hubiera sido menos mezquino.
Foto: lagaceta.com.ar
El 2 - 0 obtenido en Córdoba ante Belgrano disparó la espectativa de los hinchas, pero el Monumental igual no se llenó. Es que las entradas están caras y, a horas de fin de mes, se nota la falta de recursos. Pero fue más gente.
Instituto saltó al césped del Monumental con el mismo argumento que utilizó Atlético en la fecha pasada ante Belgrano. Dos líneas de cuatro para defender y dos delanteros rapiditos que también ayudaron en la marca tomando las subidas de Martos y Bressán (después Reynoso) para atacar.
Atlético repitió nombres pero ahora la responsabilidad de ir era suya. Campo y pelota le pertenecieron, pero la claridad y la presición fueron virtudes del equipo de Ghiso. Pereyra tenía libertad vigilada para ir por donde se le antoje a su tranco largo pero sin gravitar en la misma medida que en la fecha pasada. Mientras que al "Capé" Sarría se le notó, como nunca, su lenteja para manejar los hilos.
La responsabilidad de arrimar peligro quedó en manos de los carrileros Longo y Montiglio, pero ambos fueron controlados con absoluto suficiencia por la estructura que "Vitrola" Ghiso dispuso y, que en la primera etapa, tuvo su punto máximo de rendimiento.
Allí Atlético hizo todo con lentitud y fue predecible a la hora de atacar. En que fuera lento y predecible tuvo mucho que ver el orden y la entrega de los cordobeses que no se apartaron del libreto a pesar de quedarse con un hombre menos y de ponerse 2-0 arriba con absoluta justicia. En el primer segmento el local apenas produjo una oportunidad para convertir cuando Tombolini le atajó un cabezazo a quemarropa a Sarría.
En el arranque del segundo Sarría se quedó en las duchas y el "Pulga" Rodríguez le puso vertigo al ataque "decano", que continuó luchando contra la falta de prescisión que Insituto le provocaba con una marca asfixiante aunque mucho más cerca de su área. Los cordobeses ya no cruzaban la media cancha.
Atlético parecía que podía pero siempre surgía una pierna cordobesa para alejar peligro. Cuado la impaciencia comenzó a ganarle a la entrega "decana" Rivoira se la jugó sacando un volante (Musto, lejos de aquel que jugara en Córdoba) y haciendo ingresar un delantero (Gutiérrez). Más gente y menos espacio.
Pelota profunda para Longo que manda centro (para mí se había ido por línea final) intento de Lujambio que es obstruido y el rebote que aprovecha Gutiérrez para achicar cifras y sacarse la mufa de la sequía que lo perseguía. Protesta generalizada de los cordobeses al juez de línea y Guiso que se va expulsado.
Sin claridad y con mucha actitud Atlético vió una lucecita para arribar al empate. En el minuto ochenta y cinco Rodríguez (determinante para la recuperación) que mete una pelota por el ojo de una aguja y Montiglio que define con calidad ante el achique de Tombolini 2 - 2 y festejo largo.
Atlético terminó con los tres puntas de su plantilla dentro de la cancha (Gutiérrez-Lujambio-Rodríguez), con el "Flaco" Pereyra armando juego, con Longo y Montiglio subiendo por las bandas, con Reynoso y Granero corriéndose todo y defendiendo sólo con "Satanás" Paez y Martos. Lo que se dice absolutamente jugado.
En el segundo tiempo Instituto descartó atacar. Una porque Atlético lo apretó contra su área y otra porque pensó que iba a aguantar estando dos goles arriba. Fue errónea la lectura de la situación del equipo de Ghiso. Atlético estuvo para el cachetazo en la primera parte y en la segunda Instituto no se animó.
Atlético aprovechó su momento y rescató un punto. Instituto aprovechó el suyo y estuvo a punto de llevarse tres si su planteo de la segunda etapa hubiera sido menos mezquino.
21 de septiembre de 2008
Siempre que llovió...
Foto: elsigloweb.com
Atlético detuvo la malaria en calidad de visitante. Le ganó 2-0, con autoridad a Belgrano en Córdoba y jugó su mejor partido en lo que va del torneo.
Alguna vez tenía que ser. Hasta tuvo sentido de la oportunidad el triunfo que Atlético obtuvo en Córdoba. Porque la duda se había instalado en los hinchas, porque el equipo no jugaba bien, porque no ganaba de visitante y, además, venía de dejar muchas dudas en la fecha pasada ante All Boys.
Durante la semana Rivoira había dejado entrever que podía jugar con cualquier esquema. Sorprendió con tres en el fondo indicando que, a priori, la intención era ser ofensivo, pero en el campo de juego de Belgrano la cosa cambió a los minutos de arrancar.
El predominio del local se tradujo en la posesión del balón y en el dominio del campo, pero hasta el tres cuarto de cancha. ya no fueron tres los que defndieron sino que pasaron a ser cinco porque Montiglio y Longo se colocaban como laterales. Mientras Musto, Granero y Pereyra mordían en el medio. Allí Atlético mandó un claro mensaje: "hoy no pierdo". En los atributos defensivos se asentó la victoria "decana". Su última línea no pasó demasiados sobresaltos y cuando el balón fue hacia el arco aparecieron las manos de Ischuk, figura en la tarde cordobesa.
La segunda parte del plan era recuperar y salir rápido de contra. El flaco Pereyra (el mejor del partido) la consiguió a la salida de una pelota quieta a favor de Belgrano dejó varios en el camino, la abrió para Longo, centro rasante y Lujambio que estampa el 1-0 a favor de los tucumanos.
Antes de eso Sarría había desperdiciado un penal y Longo la había tirado afuera en otra clara que los tucumanos generaron. Atlético la tuvo menos que el local pero le sacó brillo a cada posesión y fue más que efectivo. La maraña de piernas que el equipo de Rivoira armó del medio hacia atrás hizo que la paciencia para manejar el balón que Belgrano tenía buscando algún hueco, pasara a ser angustia con el avance del reloj.
Atlético tuvo picardía para manejar el trámite, porque el balón y el campo fueron propiedad del local que no produjo, en 90 minutos, ni un sólo mano a mano frente a Lucas Ischuk. El arquero "decano" se lució cortando centros y desviando al corner intentos de larga y media distancia a los que el local apeló ante la imposiblidad de producir jugadas claras de gol.
Cuando el partido ya no daba para más una contra que manejó Gutiérrez, derivó en el penal a Musto (otra buena actuación) que el "Pulguita" Rodríguez cambió por gol. Atlético bailaba en una pata. Estaba ganando de VISITANTE y jugando bien, ayudado ademas por un Belgrano sin armas y sin atributos ofensivos. En realidad, si los tuvo cuando arrancó el partido, el equipo de Barrio Norte se ocupó de neutralizarlos con una soberbia actuación de todo el equipo.
Atlético detuvo la malaria en calidad de visitante. Le ganó 2-0, con autoridad a Belgrano en Córdoba y jugó su mejor partido en lo que va del torneo.
Alguna vez tenía que ser. Hasta tuvo sentido de la oportunidad el triunfo que Atlético obtuvo en Córdoba. Porque la duda se había instalado en los hinchas, porque el equipo no jugaba bien, porque no ganaba de visitante y, además, venía de dejar muchas dudas en la fecha pasada ante All Boys.
Durante la semana Rivoira había dejado entrever que podía jugar con cualquier esquema. Sorprendió con tres en el fondo indicando que, a priori, la intención era ser ofensivo, pero en el campo de juego de Belgrano la cosa cambió a los minutos de arrancar.
El predominio del local se tradujo en la posesión del balón y en el dominio del campo, pero hasta el tres cuarto de cancha. ya no fueron tres los que defndieron sino que pasaron a ser cinco porque Montiglio y Longo se colocaban como laterales. Mientras Musto, Granero y Pereyra mordían en el medio. Allí Atlético mandó un claro mensaje: "hoy no pierdo". En los atributos defensivos se asentó la victoria "decana". Su última línea no pasó demasiados sobresaltos y cuando el balón fue hacia el arco aparecieron las manos de Ischuk, figura en la tarde cordobesa.
La segunda parte del plan era recuperar y salir rápido de contra. El flaco Pereyra (el mejor del partido) la consiguió a la salida de una pelota quieta a favor de Belgrano dejó varios en el camino, la abrió para Longo, centro rasante y Lujambio que estampa el 1-0 a favor de los tucumanos.
Antes de eso Sarría había desperdiciado un penal y Longo la había tirado afuera en otra clara que los tucumanos generaron. Atlético la tuvo menos que el local pero le sacó brillo a cada posesión y fue más que efectivo. La maraña de piernas que el equipo de Rivoira armó del medio hacia atrás hizo que la paciencia para manejar el balón que Belgrano tenía buscando algún hueco, pasara a ser angustia con el avance del reloj.
Atlético tuvo picardía para manejar el trámite, porque el balón y el campo fueron propiedad del local que no produjo, en 90 minutos, ni un sólo mano a mano frente a Lucas Ischuk. El arquero "decano" se lució cortando centros y desviando al corner intentos de larga y media distancia a los que el local apeló ante la imposiblidad de producir jugadas claras de gol.
Cuando el partido ya no daba para más una contra que manejó Gutiérrez, derivó en el penal a Musto (otra buena actuación) que el "Pulguita" Rodríguez cambió por gol. Atlético bailaba en una pata. Estaba ganando de VISITANTE y jugando bien, ayudado ademas por un Belgrano sin armas y sin atributos ofensivos. En realidad, si los tuvo cuando arrancó el partido, el equipo de Barrio Norte se ocupó de neutralizarlos con una soberbia actuación de todo el equipo.
14 de septiembre de 2008
Puntito
Atético patinó de local. No perdió pero... All Boys se armó para no ser derrotado y le salió bien ayudado por el escaso juego que el local produjo.
Foto: elsigloweb.com
All Boys, el que nunca ganó, llegó advertido al Monumental. Los dos rivales anteriores de Atlético la habían pasado mal, entonces se preparó para que no les pasara lo mismo. Atlético, el que siempre ganó en el Monumental, se preparó para continuar con su racha de local.
A uno le salió bien y al otro no. All Boys armó un bosque de piernas del medio hacia atrás y ahogó al conjunto de Barrio Norte. Atlético salió a comérselo pero el hambre le duró diez minutos. Cuando la precisión desapareció y, para colmo, Lujambio desperdició la única de esos diez minutos. Esa oportunidad podría haber abierto el partido, pero no.
Poseer pelota y estacionarse en el campo adversario, esta vez, no sirvió. La estructura defensiva del equipo de Floresta achico espacios y parece que ideas también, porque a partir del minuto once a los "decanos" no se le cayó ni una.
El "Capé" Sarría pide un socio a gritos y los que Rivoira le asignó no sintonizan la misma frecuencia que el cordobés, entonces el volante ofensivo fue absorvido por la disposición táctica del visitante. Para colmo el organizador del juego y/o socio del 10 en torneo pasado, Diego Erroz, es el perro en cancha 'e bochas del "plan Rivoira".
Por afuera Atlético intenta pero Montiglio no está tan eficaz como en el torneo pasado, ni Longo tampoco. No "funca" mucho por afuera, por adentro Sarría es anulado y arriba Gutiérrez se raspa con los defensores pero eso es poco para un delantero y Lujambio no puede sólo porque le llega poco juego. Así es difícil.
Hinchas, técnicos y jugadores criticaron el planteo mezquino de Floresta. Ahora que creían? Que All Boys iba a jugar como el Barça?. Es una estupidez criticar la postura del rival. Un equipo que llevaba cinco fechas sin ganar no iba a buscar la heroica en Tucumán. Se armó para no perder y lo consiguió.
Con la misma impunidad muchos opinaron que Azconzábal jugó su mejor partido desde que está en Atlético. Sería bueno también que esos muchos señalen que el rival vino a defenderse y a no atacar, salvo honrosas excepciones. Perdón, sí lo dijeron, pero sólo fue para encontrarle explicación a la flaqueza ofensiva del "decano"
La responsabilidad del juego recae sobre el que más pretensiones tiene. Atlético en eso falló. Lo intentó pero falló. Esto último tiene que ver con el resultado. En lo que tiene que ver con el juego, Atlético no consigue identidad como equipo ni para bien ni para mal.
No se decide a ser defensivo y desde allí conseguir lo que busca, permanecer en la categoría. Dicen que ha decidido ser protagonista, pero hasta ahora no encuentra entre sus jugadores los apellidos apropiados para serlo. Tampoco el estilo que debe asumir.
Foto: elsigloweb.com
All Boys, el que nunca ganó, llegó advertido al Monumental. Los dos rivales anteriores de Atlético la habían pasado mal, entonces se preparó para que no les pasara lo mismo. Atlético, el que siempre ganó en el Monumental, se preparó para continuar con su racha de local.
A uno le salió bien y al otro no. All Boys armó un bosque de piernas del medio hacia atrás y ahogó al conjunto de Barrio Norte. Atlético salió a comérselo pero el hambre le duró diez minutos. Cuando la precisión desapareció y, para colmo, Lujambio desperdició la única de esos diez minutos. Esa oportunidad podría haber abierto el partido, pero no.
Poseer pelota y estacionarse en el campo adversario, esta vez, no sirvió. La estructura defensiva del equipo de Floresta achico espacios y parece que ideas también, porque a partir del minuto once a los "decanos" no se le cayó ni una.
El "Capé" Sarría pide un socio a gritos y los que Rivoira le asignó no sintonizan la misma frecuencia que el cordobés, entonces el volante ofensivo fue absorvido por la disposición táctica del visitante. Para colmo el organizador del juego y/o socio del 10 en torneo pasado, Diego Erroz, es el perro en cancha 'e bochas del "plan Rivoira".
Por afuera Atlético intenta pero Montiglio no está tan eficaz como en el torneo pasado, ni Longo tampoco. No "funca" mucho por afuera, por adentro Sarría es anulado y arriba Gutiérrez se raspa con los defensores pero eso es poco para un delantero y Lujambio no puede sólo porque le llega poco juego. Así es difícil.
Hinchas, técnicos y jugadores criticaron el planteo mezquino de Floresta. Ahora que creían? Que All Boys iba a jugar como el Barça?. Es una estupidez criticar la postura del rival. Un equipo que llevaba cinco fechas sin ganar no iba a buscar la heroica en Tucumán. Se armó para no perder y lo consiguió.
Con la misma impunidad muchos opinaron que Azconzábal jugó su mejor partido desde que está en Atlético. Sería bueno también que esos muchos señalen que el rival vino a defenderse y a no atacar, salvo honrosas excepciones. Perdón, sí lo dijeron, pero sólo fue para encontrarle explicación a la flaqueza ofensiva del "decano"
La responsabilidad del juego recae sobre el que más pretensiones tiene. Atlético en eso falló. Lo intentó pero falló. Esto último tiene que ver con el resultado. En lo que tiene que ver con el juego, Atlético no consigue identidad como equipo ni para bien ni para mal.
No se decide a ser defensivo y desde allí conseguir lo que busca, permanecer en la categoría. Dicen que ha decidido ser protagonista, pero hasta ahora no encuentra entre sus jugadores los apellidos apropiados para serlo. Tampoco el estilo que debe asumir.
11 de septiembre de 2008
La selesión
El Coco elige nombres de bien y sistemas de mal. Desde que asumió no sumó muchos minutos bien jugados, pero ojo... los jugadores juegan, el Coco no.
En mi columna oral de Radio Universidad dije en la previa que el fútbol es el ámbito donde más se desarrolla la libre expresión. Cualquiera habla. Cualquiera opina. Hasta los que no saben lo hacen. Por eso se multiplicaron las críticas al 1-1 ante Perú.
También dije en esa oportunidad que el fútbol es un juego imperfecto, porque se practica con las gambas. Usar las extremidades inferiores hace que la precisión sea un bien preciado y que cuando la pelota empieza a rodar puede pasar lo que sea. Ante Perú pasó. Lo que sea fue un empate y no estuvo mal.
Argentina no mereció ganarlo ni siquiera cuando el "Cuchu" puso el 1-0. Ni una goleada podía disimular una producción lamentable. Argentina tiene problemas de identidad a la hora de jugar. Messi, un individualista a ultranza, no se condice con la virtudes (ausentes esta vez) de Riquelme. Uno va pa' adelante, el otro se toma su tiempo. Uno no necesita de compañeros para crear peligro, el otro si.
A uno, no le importa si hay un referente en el área. El otro, en cambio, necesita a quien tirársela para aprovechar su pegada. Uno es vertical y veloz, el otro es armador y lento. Si los dos jugadores en los que descansa el desequilibrio que la selección puede generar son tan disímiles, el que elige los jugadores tiene respondabilidad en el rendimiento.
No es posible esa conjunción de virtudes. Uno juega su juego y el otro el suyo. El "Kun", ante Perú quedó lejos de todo y de todos. El "Coco" elije a Jonás para darle dinámica, pero el ex Velez se lesiona y permite el ingreso de Bataglia. Ahora me pregunto y les pregunto: ¿que tiene que ver el juego de uno con el juego del otro?
Creo que no hay plan "B", tampoco entiendo mucho el "A". Para colmo, los colegas de los grandes medios, como no saben hablar mucho del juego hablan de la cocina. Por eso especulan confabulaciones porque el plantel fue a festejar el gol con el "castigado" Heinze. "Los jugadores hacen causa común y ¿desafían? al técnico" se animaron a decir. Cómo lo saben?
En honor a la verdad, no se merecía un descansito el "Gringo"? Contra Paraguay fue responsable en el gol en contra y él lo asumió. "Los códigos del fútbol no fueron respetados por el técnico que hace de ellos un culto", dicen los sabiondos de los medios con sabiduría "Rialesca".
Al final me parezco a ellos (mis ¿colegas?), porque termino ocupándome de sus dichos y dejo de hablar del juego. Argentina no juega bien y el poco tiempo de laburo, si bien influye, no puede ser un atenuante de importancia. Otras seleccciones tienen el mismo tiempo y, por lo menos, se les lee un estilo... algo. A la Argentina no. Para colmo su lentitud exaspera. Mil pases para los costados y para atras. Cuando llega a Messi, este juega "su" partido y para colmo pasa su velocidad a nafta y sus compañeros del medio, siguen a gas.
Brasil apuesta a la habilidad de sus jugadores, a las subidas de Maicon, a la potencia de Luis Fabiano y, por sobre todo, a su orden defensivo. Chile a lo Bielsa con mucha dinámica y presión, pero sufriendo atrás. Paraguay a su orden táctico y defensivo. Si juegan Cabañas o Santa Cruz es sumamente peligroso. por dar ejemplos que a los otros, algo se le ve.
En la oficina decían que basta de estrellas, que Basile tiene que convocar a jugadores con hambre y solo tres o cuatro referentes. El seleccionador necesita tiempo para acomodar ideas y estilos. Pero ese tiempo sólo aparecerá en la última etapa antes de viajar a Sudráfrica. Por ahora habrá que capear el temporal y darle pa' delante. Pero como sea, hay que mejorar un poquito.
En mi columna oral de Radio Universidad dije en la previa que el fútbol es el ámbito donde más se desarrolla la libre expresión. Cualquiera habla. Cualquiera opina. Hasta los que no saben lo hacen. Por eso se multiplicaron las críticas al 1-1 ante Perú.
También dije en esa oportunidad que el fútbol es un juego imperfecto, porque se practica con las gambas. Usar las extremidades inferiores hace que la precisión sea un bien preciado y que cuando la pelota empieza a rodar puede pasar lo que sea. Ante Perú pasó. Lo que sea fue un empate y no estuvo mal.
Argentina no mereció ganarlo ni siquiera cuando el "Cuchu" puso el 1-0. Ni una goleada podía disimular una producción lamentable. Argentina tiene problemas de identidad a la hora de jugar. Messi, un individualista a ultranza, no se condice con la virtudes (ausentes esta vez) de Riquelme. Uno va pa' adelante, el otro se toma su tiempo. Uno no necesita de compañeros para crear peligro, el otro si.
A uno, no le importa si hay un referente en el área. El otro, en cambio, necesita a quien tirársela para aprovechar su pegada. Uno es vertical y veloz, el otro es armador y lento. Si los dos jugadores en los que descansa el desequilibrio que la selección puede generar son tan disímiles, el que elige los jugadores tiene respondabilidad en el rendimiento.
No es posible esa conjunción de virtudes. Uno juega su juego y el otro el suyo. El "Kun", ante Perú quedó lejos de todo y de todos. El "Coco" elije a Jonás para darle dinámica, pero el ex Velez se lesiona y permite el ingreso de Bataglia. Ahora me pregunto y les pregunto: ¿que tiene que ver el juego de uno con el juego del otro?
Creo que no hay plan "B", tampoco entiendo mucho el "A". Para colmo, los colegas de los grandes medios, como no saben hablar mucho del juego hablan de la cocina. Por eso especulan confabulaciones porque el plantel fue a festejar el gol con el "castigado" Heinze. "Los jugadores hacen causa común y ¿desafían? al técnico" se animaron a decir. Cómo lo saben?
En honor a la verdad, no se merecía un descansito el "Gringo"? Contra Paraguay fue responsable en el gol en contra y él lo asumió. "Los códigos del fútbol no fueron respetados por el técnico que hace de ellos un culto", dicen los sabiondos de los medios con sabiduría "Rialesca".
Al final me parezco a ellos (mis ¿colegas?), porque termino ocupándome de sus dichos y dejo de hablar del juego. Argentina no juega bien y el poco tiempo de laburo, si bien influye, no puede ser un atenuante de importancia. Otras seleccciones tienen el mismo tiempo y, por lo menos, se les lee un estilo... algo. A la Argentina no. Para colmo su lentitud exaspera. Mil pases para los costados y para atras. Cuando llega a Messi, este juega "su" partido y para colmo pasa su velocidad a nafta y sus compañeros del medio, siguen a gas.
Brasil apuesta a la habilidad de sus jugadores, a las subidas de Maicon, a la potencia de Luis Fabiano y, por sobre todo, a su orden defensivo. Chile a lo Bielsa con mucha dinámica y presión, pero sufriendo atrás. Paraguay a su orden táctico y defensivo. Si juegan Cabañas o Santa Cruz es sumamente peligroso. por dar ejemplos que a los otros, algo se le ve.
En la oficina decían que basta de estrellas, que Basile tiene que convocar a jugadores con hambre y solo tres o cuatro referentes. El seleccionador necesita tiempo para acomodar ideas y estilos. Pero ese tiempo sólo aparecerá en la última etapa antes de viajar a Sudráfrica. Por ahora habrá que capear el temporal y darle pa' delante. Pero como sea, hay que mejorar un poquito.
7 de septiembre de 2008
Karma
Atlético continúa con cero puntos fuera de Tucumán. En Florencio Varela cayó ante Defensa y Justicia 0-1 y ya le asustan los viajes.
Fotografía defensaaldia.com.ar
... no te sientas engañado: Dios no es burlado: porque cualquier cosa que el hombre siembre, ésa será su cosecha. (Gálatas, Cap. 6:7-9)
Cambian los jugadores, cambian los técnicos. Hasta los dirigentes cambian. Pero hay algo que Atlético desde hace mucho que no cambia cada vez que jugó de visitante en el Nacional B: no ganar. No es que me haya transformado en un fundamentalista de los resultados, pero desde allí se califica una campaña. Lo que nadie dice es que juega a no perder, que no arriesga, que la va de mezquino, que juega feo y... así le va.
El corresponsal exclusivo y ad-honorem de este blog, Mi amigo el "Rusito" Albertinsky en su comentario final sobre el partido que acababa de relatar dijo que, con esos planteos, al conjunto tucumano se le va a hacer muy dificil ganar de visitante.
Basta y sobra para pintar cómo jugó Atlético. Pero no me quedé con ese comentario unicamente. El informe no tardó en llegar y sirvió para que lo que era imaginación se convirtiera en realidad.
Fue el mejor cotejo que Atlético disputó fuera de Tucumán. Controló al "Halcón de Varela" con disciplina y despliegue y no sufrió demasiados sofocones en las cercanías de Ischuk. Pero el informe del relator de La Red también se ocupó de señalar que el arco del rival queda demasiado lejos. Atlético da la impresión que nunca va a señalar un gol en calidad de visitante.
Para colmo no liga. En el descuento Montiglio perdió una pelota sobre la derecha, centro rasante y el "resucitado" Martos que, por cerrar, la manda adentro. Los últimos 10 minutos Atlético los jugó con un hombre menos por la expulsión de Páez por una jugada que, en la tele, pareció casual.
Sigo diciendo que para ganar hay que tomar riesgos. Los mismos que Atlético en el Monumental asume y ejecuta. Si aquí se puede.. porqué no afuera. La fútil explicación de que en esta categoría se juega así. Que afuera hay que ser "inteligente" (traducción: poco ambicioso - cagón le decían en mi barrio) y que hay que pellizcar un puntito sea como sea.
Esa ley no escrita dice también que en el Nacional "B" se mete más de lo que se juega. Que en esta categoría hay que tener personalidad para manejar los partidos. Hasta aquí Atlético no ha tenido estas virtudes jugando en calidad de visitante. Hasta ahora al "decano" le queda mejor el traje de ambicioso que muestra jugando en casa.
Ese traje que hace que Sarría se muestre como lo que es: uno que juega a la pelota; que hace que Erroz sea el encargado de marcar tiempos y organizar a su equipo; que hace que Graneros llegue a todas porque los otros casi nunca tienen la pelota que, por otra parte, es patrimonio del "decano" y que no lo comparte con el adversario; que hace que el "Pulguita" y Lujambio asusten al rival.
Si ante esta doble personalidad que Atlético muestra, no se entiende porqué su técnico elije el traje más andrajoso, el que peor le calza y, el que al final del juego en calidad de visitante, lo deja sin nada.
Ojo, también sus jugadores deben asumir que se puede jugar de otra manera. Es verdad que el pato de la boda será el técnico si los resultados siguen siendo los mismos... pero un día también los insultos les llegará a ellos.
Fotografía defensaaldia.com.ar
... no te sientas engañado: Dios no es burlado: porque cualquier cosa que el hombre siembre, ésa será su cosecha. (Gálatas, Cap. 6:7-9)
Cambian los jugadores, cambian los técnicos. Hasta los dirigentes cambian. Pero hay algo que Atlético desde hace mucho que no cambia cada vez que jugó de visitante en el Nacional B: no ganar. No es que me haya transformado en un fundamentalista de los resultados, pero desde allí se califica una campaña. Lo que nadie dice es que juega a no perder, que no arriesga, que la va de mezquino, que juega feo y... así le va.
El corresponsal exclusivo y ad-honorem de este blog, Mi amigo el "Rusito" Albertinsky en su comentario final sobre el partido que acababa de relatar dijo que, con esos planteos, al conjunto tucumano se le va a hacer muy dificil ganar de visitante.
Basta y sobra para pintar cómo jugó Atlético. Pero no me quedé con ese comentario unicamente. El informe no tardó en llegar y sirvió para que lo que era imaginación se convirtiera en realidad.
Fue el mejor cotejo que Atlético disputó fuera de Tucumán. Controló al "Halcón de Varela" con disciplina y despliegue y no sufrió demasiados sofocones en las cercanías de Ischuk. Pero el informe del relator de La Red también se ocupó de señalar que el arco del rival queda demasiado lejos. Atlético da la impresión que nunca va a señalar un gol en calidad de visitante.
Para colmo no liga. En el descuento Montiglio perdió una pelota sobre la derecha, centro rasante y el "resucitado" Martos que, por cerrar, la manda adentro. Los últimos 10 minutos Atlético los jugó con un hombre menos por la expulsión de Páez por una jugada que, en la tele, pareció casual.
Sigo diciendo que para ganar hay que tomar riesgos. Los mismos que Atlético en el Monumental asume y ejecuta. Si aquí se puede.. porqué no afuera. La fútil explicación de que en esta categoría se juega así. Que afuera hay que ser "inteligente" (traducción: poco ambicioso - cagón le decían en mi barrio) y que hay que pellizcar un puntito sea como sea.
Esa ley no escrita dice también que en el Nacional "B" se mete más de lo que se juega. Que en esta categoría hay que tener personalidad para manejar los partidos. Hasta aquí Atlético no ha tenido estas virtudes jugando en calidad de visitante. Hasta ahora al "decano" le queda mejor el traje de ambicioso que muestra jugando en casa.
Ese traje que hace que Sarría se muestre como lo que es: uno que juega a la pelota; que hace que Erroz sea el encargado de marcar tiempos y organizar a su equipo; que hace que Graneros llegue a todas porque los otros casi nunca tienen la pelota que, por otra parte, es patrimonio del "decano" y que no lo comparte con el adversario; que hace que el "Pulguita" y Lujambio asusten al rival.
Si ante esta doble personalidad que Atlético muestra, no se entiende porqué su técnico elije el traje más andrajoso, el que peor le calza y, el que al final del juego en calidad de visitante, lo deja sin nada.
Ojo, también sus jugadores deben asumir que se puede jugar de otra manera. Es verdad que el pato de la boda será el técnico si los resultados siguen siendo los mismos... pero un día también los insultos les llegará a ellos.
6 de septiembre de 2008
Uno entero
Hacía mucho tiempo que no veía un partido de fútbol por tele en su totalidad. Argentina - Paraguay me agarró blandito y hasta me entusiasmé.
Mi familia y los colegas amigos (los periodistas en serio) saben que no veo fútbol por tele, salvo cuando forma parte de mi enfermizo zaping. En la tarde del sábado mientras hacía empanadas me prendí con el partido que jugaron por Eliminatorias Sudamericanas Argentina y Paraguay.
No se porqué razón me comí 90 minutos de fútbol, pero me atrapó. Lo que pasa que apellidos como los de Riquelme (mi hermano dice que no debe jugar en la selección), Messi, Teves, Mascherano, Di María convocaban. Es verdad que no se vio mucho juego porque Paraguay, que la tenía servida, no se terminó de animar. Con mucho despliegue para contener (no van a aguantar decía mi hijo) los paraguayos se las arreglaron para duplicar o triplicar los jugadores encima de la pelota y del jugador argentino que la poseía.
Antes que siga, mi hermano ta' de la cabeza. Cómo va a cuestionar al mejor organizador de juego que hay por estos días.
Argentina lo sufrió en el primero y lo jugó más en el segundo. En el primero todo fue pa' sufrir. Por la expulsión de Tevez, por el error de Heinze, porque quemamos un cambio por la lesión del "Patito" y porque el gol de los "paraguas" desnudó todo lo peor, en especial en defensa. Pero esas adversidades no justificaron nunca el 0-1 en contra.
En el entretiempo con Claudio (mi hijo), mandamos Buena Vista Social Club al DVD y nos perdimos los primeros 5' del segundo tiempo. Es que los cubanos la gastan. Ya estaban el "Cata" Díaz (gran laburo) y el "Kun" en el césped del Monumental. También había cambiado la disposición táctica y Argentina se paró mejor y... jugó mejor.
Paraguay casi que no cruzaba la mitad de la cancha salvo cuando Argentina ejecutaba mal un corner o un tiro libre. Como los defensores del "Coco" subían a buscar un cabezazo quedaba mucho campo para cubrir por Mascherano y el "Cuchu".
Cuando el yerno del Diego arrimó justicia en el marcador ya Paraguay se colgaba del travesaño y apretaba los dientes. Con uno menos, mucho huevo y una pizquita de Messi, Aguero y Riquelme nos comimos oportunidades "bajo el dintel de la valla" (Cafarelli) dixit) y el triunfo parecía posible.
Pero no lo fue. El "Kun" se comió dos, Coloccini uno y después hasta Basile, desde un costado pedía enfriar y terminar 1-1. El partido por las eliminatorias pasó. No me quedó un gusto amargo. No me despierta muchas cosas la selección. Sí, en cambio, alguno de sus jugadores.
Me quedé viendo un rato más de tele, por los comentarios y esas cosas que ocurren después de los partidos. Pero rápidamente cambié de canal. Benedetto, Closs y el resto de los "periodistas profesionales" me asquearon preguntando sin preguntar, con la insana intención de demostrar que ellos saben de lo que hablan.
Me faltaba una bocha para terminar las empanadas. Ya llevaba 90 minutos de atraso.
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