19 de junio de 2011

Che, gana José nomás


Con el matungo del comisario, del subsomisario y del sumariante, otro mandato del gobernador en ejercicio toma forma en el horizonte.

No va a haber con qué darle. Las colectoras (el mamarracho que favorece a José) sumarán hasta el más mísero voto para un nuevo período alperovichiano. Es una pena que gente que tiene ganas de producir cambios en serio se tenga que colgar del saco del mandamás en ejercicio, para poder llegar a donde quiere llegar.

La moneda bajará simil catarata para que hasta el más humilde de los candidatos sume para José, aunque esa humilde personita no no tenga ni una chance. De todos los candidatos (raza o estirpe) se ha valido el gobernador. Radicales redimidos, republicanos nacidos al amparo de un golpista-genocida, peronistas olvidados en el pozo de los tiempos.

Para colmo, salvo Stella Maris, la oposición es una caterva (Victor Hugo, dixit) de incapaces (porque hasta los capaces se sumaron a las huestes de JA) que no terminan de encontrar una figura que le haga sombra a lo irreversible.

Que hizo cosas el rusito... las hizo, seguro. Son muchos años. Pero, (siempre hay uno al menos) no alcanza. Nada tiene que ver el proyecto K con el de José. La mayor parte de las obras se pagaron con fondos nacionales. La 38, Lomas, escuelas... casi nada de lo importante salió de la tesorería provincial. El pavimento llegó a la periferia ciudadana, pero las oportunidades y la salida laboral no transitó por esas calles todavía.

Y lo que hizo, es profúsamente resaltado por los socios periodísticos del regimen que desde sus respectivos lugares en la tele y en las radios, sólo brindar buenas noticias. En esos espacios los funcionarios dibujan las bondades de una administración hasta cuando inauguran un cordón cuneta.

Funsal, Paulina (en complicidad con la justicia) y los autoconvocados son perlas de gran tamaño. La restricción horaria no disminuyó para nada los hechos de violencia y los accidentes. Y, en cambio, si motivaron una nueva salida laboral para los que consiguieron un currito con los after que pululan a lo largo y ancho de la provincia.

La policía que alcanzó un logro memorable con el aumento post apriete tuvo más suerte que los profesionales de la salud que no cesan en su lucha por una mejora merecida y que el gremio de la sanidad no apoya... sospechosamente. Bueno... no tan sospechosamente.

Pero bueno... con pavimento, cemento y ladrillos se pinta una realidad aparente. Sobre esa fachada provincial se colocan las gigantografías del ejército del Gobernador. Todos ellos sonríen desde sus fotos de niños buenos.
Detrás de esa fachada todavía hay gente que no sonrie.

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