6 de junio de 2010

Argentina... un chiste


El Mundial se lleva la atención mientras siguen pasando cosas. Siempre es así, pero el problema es que nos acostubramos.

Como estaremos de distraídos, que casi nadie reparó en que Duhalde se solidarizó con los "compañeros" Buzzi y De Angeli (?). Cuando vimos que un "peroncho" de pura sepa se solidarice con la gente de campo? Y la doctrina del General? La marchita no decía "combatiendo al capital"?

Cuando los políticos están de campaña todo está permitido. El gran cabezón bonaerense habla de pobres e inseguridad, para desbarrancar al matrimonio K, pero es hábil para despegar de su responsabilidad de esa pobreza y de esa violencia. No es este Duhalde que, del brazo de Menem y de Cavallo, avaló la revolución productiva? De dónde carajo imagina este tipo que provienen estos pobres y esta violencia?

Todo al revés. Casi todo es un chiste. Macri dice que no pinchó teléfonos, pero todo indica que sí... o mas o menos. "Si aquí nadie va en cana..." dice Juan Pueblo, pero dispara la frase cuando un raterito afana un drugstore, pero mira para otro lado cuando, los políticos se llevan puesto al país con su riqueza incluída. No vaya a ser que en la próxima elección se pierda el bolsón o las chapas...

Como a Macri, niño rico y caprichoso si lo hay, no le gusta cuando no le salen las cosas, recibió el apoyo de una caterva integrada por sus seguidores quienes salieron a hacerle juicio político al Juez Oyarbide que osó meterse con su jefe.

Lilita Carrió sigue denunciando, pero... quien investiga sus denuncias? Un estudiante de 1º año de abogacía, acaso? Tampoco con las denuncias de ella nadie va en cana. Y entonces... cómo es esto?

Todo el mundo se entumece con el mundo Tinelli y Ricky Fort. Y dentro de poco se obnubilarán con el Mundial, mientras Moyano y sus millones sindicales intentan quedarse con el club Comunicaciones, como otros tantos políticos que de uno en fondo recorren el coto de caza que los dirigentes genuninos de este deporte han descuidado.

Cualquier landronzuelo de poca monta, sin amigos influyentes y sin plata se come toda la sentencia sin poder asomar el morro... y está bien. Pero deja de estar tan bien cuando cualquier barrabrava, enjuiciado, sentenciado o sospechado se sube a un avión y se las toma para Sudáfrica. Algún teléfono influyente debe haber sonado en un tribunal para que cualquiera de estos tipos obtenga permiso para salir del país.

Mientras tanto, en nuestra provincia, el prestigioso diario La Gaceta banaliza un hecho grave como este y lo toma como que es el folclore del fútbol que haya viajado algún tristemente célebre integrante de una hinchada local y ninguna figurita de la hinchada archirrival. Una estupidez total.

Así se vive en este país. Entre los hechos importantes que se tinellizan y los superficiales que toman la importancia de secreto de estado. La Biblia y el calefón. La risa y el llanto... y eso que la selección Argentina todavía no empezó a jugar.

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