8 de octubre de 2009

Somos una isla






















En el básquet de Liga Nacional arrancó una nueva competencia. Solo dos tucumanos en la élite indican el estado de ese deporte en Tucumán.

Uno es jugador, José Muruaga. El otro es técnico, Carlos Romano. Los dos integran la fusión santiagueña Quimsa. 16 clubes a 12 jugadores por plantilla son 192 en total y, si le sumamos, los juveniles pasamos los 200 tipos en condiciones de jugar. Además hay 16 técnicos más un ayudante por cuerpo técnico y así llegamos a 32 entrenadores.

Analicen: sólo dos tucumanos se mueven en la competencia que le ha dado un oro olímpico a nuestro deporte. Entonces algo está mal, por no decir... todo está mal. Los nombres de dirigentes y árbitros del baloncesto tucumano se repiten desde hace diez años como mínimo y nada ha cambiado desde hace 25, que es cuando arrancó la Liga Nacional. Ahh, me olvidaba... tampoco ningún árbitro local dirige en la élite.

Mientras en otras ciudades el básquet late, en nuestra "comarquita" los dirigentes (los de hoy... los de siempre) compiten para ver cuál la tiene más larga. Cuál de ellos es el más vivo para ganar los partidos por izquierda y quedarse con torneos pequeños y sin sentido. Pequeños porque no le agrega nada a la historia el club campeón y sin sentido porque esta competencia no le sirve a la formación de jugadores.

Los dirigentes que corrumpieron la competencia desde siempre, se enojan cuando su par rival llegó primero al kiosco donde se compran los resultados y se la agarran con el incapaz cuerpo arbitral que también conserva los mismos apellidos desde tiempos inmemoriales. Ese cuerpo es también otro de los grandes responsables de la situación que se vive en los certámenes locales.

Los jugadores y los técnicos, conocedores del ambiente, también reniegan cuando los pitos se soplan en contra y se agarran berrinches al final de los juegos cuando el electrónico indica que perdieron. Y reniegan de tan estúpida manera que se comen sanciones abultadas por insultar a los calamitosos árbitros.

En medio del enrarecido y repetido panorama los hinchas aportan sus granitos de arena que encarajinan más la cosa. Se creen, movidos por su pasión barrial (bastante venida a menos, por cierto), que acá se juega en serio y escupen jugadores rivales, se agarran a piñas con los hinchas contrarios y agreden árbitros cada vez que su equipo pierde.

Y el periodismo vernáculo también tiene su parte de responsabilidad. Los periodistas no estamos sólo para contarles cosas a la gente, sino también para señalar errores, aportar al mejoramiento de la materia que nos toca cubrir y para criticar y formar opinión y, sobre todo, para formarnos y así poder informar mejor.

Pero bueno, soy un iluso si pretendo que los que reciben publicidades de parte de los dirigentes y se sientan a comer asados todos los viernes junto a los que conducen los destinos del básquet después la emprendan con críticas contra esos tipos por la situación que se vive.

Nadie puede creerse que el básquet tucumano sea cosa seria. Cómo va a serlo si cada tanto una veterana figura retorna a la cancha para darle algo de relieve al alicaído nivel local. Preguntenlé a Raúl Rodríguez sino. El "Mocho" que ya casi pisa los 40 fue clave para que la fusión que se consagrara campeón en el Regional lograra ese objetivo.

Después de este informe de situación hasta parece que dos tucumanos en el principal certamen del baloncesto argentino tiene sabor a mucho. ¿No les parece?

2 comentarios:

DanielGS dijo...

Me disponia a putearte por no escribir nada habiendo varios temas flotando como lo de la Negra Sosa, o del boludo de Maradona, o por que no, tu opinion sobre Martin Palermo - un tipo increible segun mi punto de vista. Pero justo metiste esta nota de basquet y ahora me tengo que callar.

Una pregunta: que pasa con el basquet en los colegios y escuelas??? Yo me acuerdo que en mi colegio era obligatorio en educacion fisica. Si el deporte no comienza en las escuelas entonces esta todo muy mal. No hay canchas??? Por que no hay torneos intercolegiales???

No se, pero yo me acuerdo cuando Tucuman era, tal como en el rugby, una de las ciudades mas fuertes del pais en basquet. Increible que todo se haya ido a la basura.

Un abrazo,

Daniel GS

Dos cortas una larga dijo...

Gracias Dany. Básquet intercolegial es casi utópico. Los profes sueltan una pelota en la cancha para que se maten a chirlos los pibes durante la hora de educación física. De física tiene algo, de educación nada. Nadie enseña nada. Viene un tipo groso a dictar una clínica y no va ningún entrenador, ni ningún periodista. Mientras los dirigentes toman cafe en algún bar.
Ta casi todo perdido.