"Delpo" campeón, según Dany

Fotix exclusiva tomada por mi amigo

Dany, mi amigo que vive en la "Gran Manzana", vio a Juan Martín coronarse en vivo en el US Open. Mi "corresponsal" lo cuenta a su manera.

No se puede creer. Juro que lo que viví el lunes, fue totalmente increible. Nunca antes estuve en un evento deportivo en vivo que me deparara tantas emociones como la final.

Todo, todo fue perfecto: desde el clima ideal hasta mi primera vez en el Arthur Ashe Stadium (el estadio de tenis mas grande el mundo - me da la sensación de que es más grande que las canchas de Atletico o San Martín), la hinchada cantando el ole, ole, ole, delpo, delpo, como si fuera fútbol, lo cual fue toda una novedad aquí.

Unos americanos sentados al lado nos preguntaban sobre los cánticos. Muchos brasileños apoyando a "Delpo". Aparte, la final era contra Federer, el más grande, UNA MA-QUI-NA, esta loco, es de otro planeta, no se puede creer lo que juega. Le pega distinto, llega a todas y las devuelve como nadie. Y del otro lado, Delpo, humilde, parece ser un gran tipo, en realidad no es un tipo, es solo un pibe. Se mueve en camara lenta, se toma todo el tiempo del mundo para todo, como gente del interior. Ni por cerca tiene los tiros que tiene Federer, pero le da con una maza. Y era todo asi, palo, palo y mas palo. Y lo terminó demoliendo.

Cuando terminó el segundo set, mi amigo y yo ya no dabamos más de los nervios, nos temblaban las piernas. Mi vieja llamándome desde Tucumán para decirme que estaba haciendo promesas a la Virgen para que gane "Delpo". Nosotros en el estadio hacíamos cábalas; o sea, hacíamos cualquier boludez esperando que le salgan los tiros. Yo le venía diciendo desde hace rato a todo el mundo que si le perdía un poco el respeto a Federer iba a ganar. Federer intimida por los pergaminos y por los tiros imposibles que desmoralizan a cualquiera, siempre esta parado en la lugar perfecto, como si adivinara a donde se la van a tirar, es casi imposible pasarlo. Yo sabía que en los tie break Delpo iba a ganar a causa del saque, pero debo confesar que cuando Federer gano el tercer set (2-1 arriba) dije, bueno, esto es todo. Darle vuelta 2 sets a Federer es imposible. Casi. Y el flaco seguía palo y palo. Yo ya no quería mirar, agarré los binoculares y enfocaba a las tribunas a ver a quien veía. En el tie break del cuarto set, mi amigo estaba al borde del ataque y yo no abría la boca.

Y de pronto, casi sin darnos cuenta, vemos que se pone 3 a 0 en el quinto set. Sucedió muy rapido. Cuando veo eso, me dije: sera posible? Pero nadie en realidad decía nada, estábamos todos a la expectativa y descreidos. El tema es que con Rogelio nunca se sabe. Para peor, cuando se pusieron 4-2, Federer fue a su silla y cambió raqueta. No se si se vió en la tele, pero cambió raqueta porque salía a jugar a todo o nada. Nadie se animaba a decir: "Delpo va a ganar". Recién cuando iban 5-2 y Federer pifió un par de tiros, le dije a mi amigo: prepara la camara para que saques la foto cuando se tire al piso (es verdad, no mencione quien era el que se iba a tirar al piso - no me quería adelantar y quemarlo). En eso fue que Roger la tira larga y "Delpo" se desploma y todo el estadio explotó. Con mi amigos gritábamos. Delpo se levantó del suelo y no sabía que hacer: caminaba unos pasos y se agarraba la cara, no lo podía creer. Ni nosotros tampoco. Federer estaba tranqui, demasiado tranqui diría yo. Me parece que ya no le quedan demasiados desafios que lo incentiven.

Nos quedamos hasta el final de todo. El estadio está dentro de un complejo que tiene en realidad dos estadios: el Arthur Ashe y el Louis Armstrong, que es más chico. Aparte hay un monton de canchas más chicas una al lado de la otra. Frente al Ashe hay patios grandes con fuentes. Allí se había reunido una hinchada argentina y estaban cantando "despacito, despacito, despacito le rompimos el culito".

Con el gordo nos dijimos: tenemos que festejar el triunfo. Y nos fuimos a un restaurante argentino conocido que queda cerca del estadio a comer empanadas y milanesas y unas Quilmes.