25 de noviembre de 2008

Malevito


Mario Oscar Ferreyra decidió irse por motus propio. La justicia otra vez lo ponía del lado de los delincuentes. No se lo bancó.

Quién tiene más huevos? El que se pega un tiro o el que se la banca? Cualquiera trata de cobarde al que decide marcharse de la vida. Cualquiera trata de valiente al que se la banca. Ni muy muy... ni tan tan.

El ex comisario fue señalado otra vez por la justicia de la misma manera que a los tipos que él combatía cuando estaba en actividad. Dicen los que lo admiraban que era un duro y que los delincuentes le temían. No sólo los delincuentes, los que no lo eran también.

Denunció la corrupción policial y fue reconocido por la sociedad al tomar esta actitud. Pero jamás aportó datos firmes de las irregularidades ni ninguno de los que el señalaba fueron a dar con sus huesos tras las rejas. Muchos afirman que los denunciados le hicieron la cama con el caso de "Laguna de los Robles".

Del lado de sus detractores decían que se metía sólo con los ladrones de gallinas, con los sogueros y que a los peces gordos ni los tocaba. Que era guapo con los que escapaban a gamba y con los pungas y, si estos eran "gardelitos", mejor. Algunos afirman que tipos como él solucionarían los problemas de inseguridad.

Nadie que no respete la vida humana puede ser solución de alguna problemática. Actuó en la represión de los años de plomo y bajo las normas del régimen militar. Se debe haber sentido bien porque no renunció a actuar fuera de la ley. Porque si algo no se respetó en el Proceso fue la ley que él tanto decía resguardar.

Nadie fue capturado y sometido a juicio justo por aquellos años. Si ese derecho no se respeta se está por encima de la ley. En "Laguna de los Robles" él se ubicó en ese lugar y así le fue. Fue condenado, juicio mediante, algo a lo que los delincuentes abatidos en el paraje norteño no tuvieron acceso. A "Prode" Correa también le pasó algo similar luego de que se le ocurriera escapar con las manos esposadas a sus espaldas. Lejos no iba a llegar.

El hombre del sombrero panamá no respetaba la ley. Sólo se llenaba la boca con esas tres letras. Que era guapo, lo era. Pero no era un hombre justo. Ni siquiera respetó la ley que decía defender cuando se escapó de tribunales luego de ser condenado, ni cuando se escapó de los gendarmes pegándose un tiro.

Dicen que no se iba a bancar otra vez la cárcel. Un nuevo juicio lo hubiera mandado de vuelta al encierro, pero también le daba la oportunidad de demostrar que era inocente de lo que se le acusaba.

Otra vez no respetó la ley.

1 comentario:

DanielGS dijo...

Gracias Angel, estaba esperando tu comentario acerca del tema.

Daniel