25 de mayo de 2008

Sunchales "la linda" - Atlético 4x4













Foto: Diario La Gaceta
Atlético sumó su cuarto triunfo en el cuadrangular y la clasificación a la final quedó a tiro. Fue 2-1 en Sunchales ante Unión. La diferencia debió ser mayor.

A veces creo que sobra el partido. A veces creo que exagera con el toque.
Será porque le sobra. Porque al final de cada cotejo, en especial en esta fase, queda demostrado que sus argumentos son siempre superiores que los del rival de turno. Aunque en algunos momentos pase apuros innecesarios como contra Unión de Sunchales cuando el juego expiraba.
Antes de esos apurones Atlético había desperdiciado seis cara a cara con el arquero Stuky (2 Sarría, 2 Hernadez, 1 Erroz y otro Alvarez). Todas en el segundo tiempo. De contra pudo haber producido un desastre deportivo en Unión, pero no estuvo fino a la hora de definir, increíblemente, de parte de sus jugadores más dúctiles.
En una cancha donde el "decano" no había ganado nunca y tampoco había convertido goles, Pablo Hernández consiguió dos para alzarse con un triunfo merecido por 2-1.
La exigua diferencia sólo fue en números, pero en el trámite fue abismal, en el control del balón y del campo, idem.
Con su habitual paciencia para buscar los espacios para atacar, Atlético apeló a su cansino toque en la mitad de la cancha y durmió a Sunchales que se vio maniatado por el juego del rival y por su urgencia por conseguir tres puntos que lo mantuviera en la lucha por la punta del cuadrangular.
Esa urgencia hizo que el técnico poblara de delanteros las cercanías del área del, hoy, seguro Ischuk. Sólo el "Conde" García salvó la ropa. Straqualursi (una especie de alero fuerte) cometió faltas en cada pelota aérea que le arrimaron, Salteño fue un té de boldo o sea que no hizo ni bien ni mal, Passini fue una sombra del goleador que fue e Ingaramo tampoco aportó a la empresa sunchalense. Además si algo mejoró en Atlético en esta última parte del torneo es el rendimiento de su línea de tres.
De algo se olvidó el técnico Gustavo Barraza: con tantos delanteros se olvidó de dejar a Giacomini en la cancha, quien a pesar de no tener un buen juego, es el único capacitado como para proveer a los innumerables delanteros de pelotas aptas.
El "Rusito" Albertinsky desde su veraz relato me sacaba argumentos afirmando que Unión había tenido un mejor arranque en Tucumán, la semana pasada que en su propia casa. Claro, en el Monumental esperó atrás de la linea media y ante cada recuperación se fue para arriba. En su estadio Unión debió salir a buscar un resultado, pero estuvo siempre preocupado de su rival.
Cuando Atlético se adueñó del balón el entusiasmo sunchalense comenzó a derrumbarse, salvo en aquel final que ya cité.
Cuatro jugados, cuatro ganados. Ahora viene Perico. La final se agranda en el horizonte.

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