18 de mayo de 2008

Iluminados por el juego... y las bengalas












Foto: Diario La Gaceta

Atlético mostró la superioridad que los nombres de su plantel marcan y limpió con goles y fútbol a Unión de Sunchales. Fue 3-1 para 25 mil almas que abarrotaron el Monumental

Tres jugados y tres ganados en la postemporada. Puntaje ideal para un plantel que en esta fase sigue demostrando que es más que los que se le cruzan en su camino.
Patinó en el arranque ante Cipolletti pero lo sacó adelante con autoridad y temple, algo en lo que flaqueaba en temporadas anteriores.
Armó una fiesta en Jujuy y lo ganó jugando al fútbol ante una gran convocatoria frente a Talleres de Perico.
Esta tarde en el Monumental ante Unión de Sunchales volvió a demostrar porqué es el caballo del comisario.
Quince minutos le duró al visitante el atrevimiento. Quince minutos, apenas, para generar una de gol que Ischuk tapó en el segundo palo, disparando de ahí en más, la gran tarde del arquero. Bastó que Erroz la pusiera bajo la suela para que el local comenzara a caminar por el sendero conocido, ese que marca el control del balón y del campo a través de la circulación, buscando y generando espacios para progresar. Maniató al equipo santafesino quitándole la pelota y llenado la mitada de la cancha con su paciente toque.
Ese toque se transformó en vértigo cuando pisó las cercanías del área y contundencia ante las muchas oportunidades que generó. A los '32 pared Sarría-Rodríguez que el "Pulguita" la devolvió de taco y el cordobés que la pincha ante el achique del arquero. A los '34 otra vez la viveza del "Capé" para peinar un tiro libre en el primer palo y por el medio Hernández anota el segundo. El último, a los 12 del segundo otra vez Sarría, empujando hacia el gol una tijera que le Rodríguez ejecutó y que no tenía el destino querido por el petiso delantero.
La magia del "Capé" Sarría, el exquisito pie zurdo de Pablo Hernández, el orden de Erroz para organizar, la inclaudicable voluntad del "Pulguita" para ir a todas, la jerarquía de Luna para cortar juego y darle destino seguro al balón y, esta tarde, la manos que Ischuk puso dentro de los guantes. Tal vez, el mejor partido del golero desde que está en Tucumán.
En esas virtudes se asentó la producción de Atlético que se reflejó en el resultado con absoluta justicia. Esa justicia que el fútbol a veces no tiene para los que juegan pensando en la estética, en el espectáculo y en el resultado.
El fuego de las bengalas iluminó cuando la noche ya le había ganado a la tarde la pelea del tiempo. El Monumental se llenó de humo y cánticos.
El equipo, otra vez, ya le había ganado de mano a la pirotecnia iluminando el campo de juego con otra demostración de fútbol.

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