7 de febrero de 2008

Hincha de bar


Don Julio y su séquito aumentaron las entradas y se la dejaron servida a la socia de AFA, léase TyC. El negocio será poner un bar y un televisor.

Hace años que lo digo. Está todo armado para que los pobres dejen de ir al único lugar que les puede dar algo de felicidad.
Los violentos que, dirigentes, policias y políticos protegen, se han adueñados de las tribunas y el resto de los hinchas pagan peaje para ver a sus equipos.
La tele, ayudada por los barras ha ganado hinchas que se sientan en el bar, birra de por medio, acopiando argumentos para adueñarse de la programación de los partidos a gusto y paladar.
Ahora, también recibe la ayuda de los dirigentes de la calle Viamonte (como si no la viniesen recibiendo desde hace años) que mediante una resolución del Comité Ejecutivo aumentaron el precio de las entradas. 24 mangos para la popu de Primera División, 18 para ver un partido del Nacional B y quince para la resaca futbolera del Argentino A y B. Que tal?
Entonces que hará el pobre de Buenos Aires? irá al bar. Con uno o más hijos y/o acompañantes le conviene sentarse en la mesa del bar de la esquina. No gasta en colectivo o tren, no lo afanan a la salida, no lo escupen, ni lo putean, ni la cana le tira los perros.
Todos los bares habrirán los domingos. Todos sus dueños sonreirán a la hora que Fútbol de Primera empiece.
En el interior, la cosa no cambiará demasiado. Los kilometros de distancia con los estadios donde se juegan los partidos de primera ha generado el hábito dominguero de ir al bar a ver a Boca o River o al que sea. Así les va a los clubes locales...
Para colmo algunos dirigentes del interior, como los tucumanos de Atlético y San Martín se les dio por jugar los viernes por la noche, para no competir con la tele o para tener libre sábado y domingo... que se yo. Entonces salir de La Ciudadela o del Monumental es como cruzar La Bombilla de noche y descalzo. Pero los dirigentes la pasan bomba porque suben a sus autos en el estacionamiento del club y se van tranquilos a empujarse una mila completa.
Otro que se beneficia con el aumento de las entradas es el proyecto "todos sentados" que monitorea La Fifa desde países donde hinchas con euros en los bolsillos pueden abonar caras entradas. Proyecto al que Don Julio y el pobre fútbol argentino adhieren a costa de ralear de los estadios a los que menos tienen.
Por ahora al fútbol los juegan unos pobres que al cabo de un tiempo se vuelven ricos.
Lo administran tipos que no ponen nada en juego arriesgando el patrimonio que manejan y mucho casos se llevaron algo para casa.
Mientras que, por ahora, lo ven algunos a los que les alcanza para ir a la cancha y a otros que apenas juntan moneda para ir al bar.
Un día, estos dos grupos llenarán solo los bares.

No hay comentarios: