14 de junio de 2007

El pícaro don Ramón


En su regreso a la arena futbolera local Ramón Díaz cosechó una nueva vuelta olímpica, esta vez con San Lorenzo, que hacía seis años que no ligaba.

La plantilla del Riojano era una banda de forajidos. Sus hinchas les puteaban las madres a los jugadores y a los dirigentes. Se habían comido 7 goles contra Boca y los cuervos casi tiran por suelo el mote de padres de los xeneizes.
Esos mismos jugadores, con alguno que otro remiendo, se colgaron los laureles del cuello una fecha antes del final del Clausura. Quién lo diría
En el verano, los de Boedo, no dieron pie con bola, pero el discurso de su riojano técnico siempre fue esperanzador. "Ojo que vamos a dar pelea", decía...
Uso toda su artimaña verborrágica para retener al Pocho Lavezzi, que era buscado por River. Le dio la importancia de Costacurta a Christian Tula, olvidado en los millonarios. Al Lobo Ledesma le adjudicó carnet profesional para que conduzca el juego en la media cancha y a la Gata Fernandez lo agrandó cual si fueran el dientudo Ronaldinho. Estos son, apenas, algunas de las estrategias internas que Don Ramón usó para levantar al muerto del torneo pasado.
Cosechó una rafaga de triunfos y su discurso ya fue: "cuidado con San Lorenzo...este equipo tiene hambre y es muy trabajador".
El sólo fue gestando al cuco del torneo y cada vez que le arrimaron el micrófono se encargó de exagerar las cualidades de sus dirigidos.
Pero como todo técnico de equipo campeón, también recibió ayuda externa: River se "murió" entre los kilombos de los hinchas, las declaraciones de Passarella y la efermedad del burrito. Boca le apuntó a los dos frentes (Libertadores y el Apertura) y dejó escapar oportunidades cada vez CASL tropezó. Estudiantes, por su parte, tuvo un errático arranque y cuando reaccionó San Lorenzo ya le había sacado un par de cuerpos.
"Que de la mano de Ramón Díaz..." canto La Buteler y me parece que no se equivocan a la hora de adjudicar responsabilidades.
Aunque yo sigo abonado a la teoría que asegura que los técnicos no juegan y que del triunfo o la derrota sólo tienen responsabilidad los jugadores, le hago guiño al riojano, porque casi con lo mismo con que otros fracasaron, el llegó a la cima
Cómo será de vivo Díaz que el tambié afirma que "el mérito es de los muchachos... aunque después ensaya una sonrisa cómplice.

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