17 de mayo de 2007

Maestro


Hace rato que el Flaco Menotti no hablaba. Este es un reportaje que publicó Olé. Lea y aprenda. Esto es fútbol... y vida


Cruyff mandó un cassette. La dedicatoria, mixtura de ironía y admiración: "Cuidate, Flaco: entrenadores como vos y yo no quedan más…". Se ríe César.

-¿Qué sentiste al ver el golazo de Messi?
-El fútbol sigue siendo capaz de combinar las miserias de los grandes negociados con las expresiones más sublimes del arte de la pelota. Resolvió desde el triángulo virtuoso genética-técnica-habilidad al servicio de una aventura que terminó donde merecía: en el fondo del arco.
-¿Alcanza para medirlo con Diego?
-El punto de partida es entender que el fútbol es un equipo que juega, tiene elaboración, defensa, ataque, recuperación... millones de acciones que hablan de una estrategia. Y pensar que cada aventura tuya le cuesta al equipo esfuerzo y tiempo. Diego, cuando organizó la alegría que tenía de Cebollita, se transformó en lo que fue. Es la mejor comparación. Messi tiene que organizar su alegría. Si él, Kaká, Cristiano Ronaldo... no lo hacen, les pasará como a Ronaldinho, que ha pasado por trances de duda. Ojo, así llegan a unos lugares bárbaros pero no alcanzarán a Diego, Pelé, Di Stéfano o Cruyff.
-¿Cuál es el salto entre ese cuarteto y el resto?
-Montón de príncipes que estuvieron muy cerca de los reyes. Platini, por caso... Pero ellos fueron los que mejor entendieron lo que significa "talento al servicio del equipo". ¡La cantidad de asistencias que tiene Diego! Comparalo con la música. En una orquesta llegás con el violín y robás un tiempo a la melodía para darle brillo con tu talento, pero la orquesta sigue: ese tiempo debés devolverlo. En el fútbol, cuando robás el tiempo en una aventura individual, debés devolverlo con participación grupal. No podés seguir haciendo solos, como Ronaldinho cuando le va mal.
-Messi es un pibe.
-Tiene todas las posibilidades de llegar. Así, ya es un jugador que deleita.
-¿Hay otro en el mundo?
-Con ese brillo no veo a ninguno. Le dan eficacia al equipo en la medida en que el equipo funciona como tal. Pelé se tiraba 20 metros atrás, jugaba a un toque y dejaba un tipo solo, y cuando iba al área gambeteaba como Romario. De ésos no se ven. La moda del modernismo y la eficacia limita la producción de grandes figuras. -
¿No saben jugar?
-Si vos y yo nos ponemos a tocar la guitarra, uno de los dos tocará mejor: ahora, si te quedás con eso... Como llegan a la Cuarta, así van a Primera. Les cambian el físico para que sean más fuertes y puedan correr más. Marx dijo: "El problema de la sociedad siempre será quién educa a los educadores". Si te toca estar rodeado de cracks, te acortaron el camino. Si estás rodeado de burros...

La mítica imagen del Che, inmortalizada por Alberto Korda, llena el fondo del hall. Sobre el escritorio, Tiempos de Huelga, de Arturo Marcos Lozza. No cruje el fuelle del Gordo Troilo, pero se siente en el ambiente de poca luz. Una foto color de un Flaco muy flaco con uno de sus pibes, aún un chiliquín, que sostenía entre los hombros. El sillón que alberga cansancio y dispara el fulgor de una pasión intacta.

-Es un mal que excede la cuestión individual.
-Han llegado a meterle en la cabeza a un jugador que cuando juega mal es porque está mal físicamente. ¡No, pibe: jugaste como el culo! Lo primero que tenés que hacer como jugador para crecer es aprender a jugar. Así, las cosas interesantes empiezan a ser importantes. Deben entender tiempos, secretos, espacios, que el fútbol es arrítmico, que hay engaños, que no siempre es a 100 ni siempre a 10, que la velocidad está defendida por la precisión, que es más rápido un pase de 20 metros que un tipo haciendo ese recorrido con la pelota.-
¿Hasta cuándo puede aprender un jugador?
-Sé bien que el único tiempo que me va a acompañar hasta la muerte es el del aprendizaje. Cuando un jugador se da cuenta qué es jugar al fútbol, se da cuenta que no sabe jugar. La gran virtud de Maradona: ¡cómo aprendía! Cuando empezaba, agarraba la pelota y se los quería gambetear a todos. Y cómo le salía... Después aprendió que debía ser jugador de equipo. Entendió que un pase gol era tan importante como un gol.
-¿Riquelme sabe jugar?
-Es el salto de calidad en búsqueda de la eficacia. La brillantez que tiene para meter pelotas de gol. Ahora, no alcanza a devolverle al juego tanta calidad en función del equipo. A veces le falta tener más actitud de participación. Le lleva gran ventaja al resto de los jugadores argentinos.
-¿Y su ritmo?
-No hay jugador más rápido. No tienen que correr, la que corre es la pelota. No pidan que corra como Gattuso...
-Bielsa eligió a Verón.
-Un jugador más participativo, con más experiencia.
-¿Ves fútbol por TV?
-Veo partidos. Los programas de fútbol, no: me hacen doler mucho la cabeza. Una vez dijeron que un equipo había hecho un gol porque, luego de lograr un córner, un alcanzapelotas había puesto la pelota en el córner y así habían ganado tiempo... ¡Hizo el gol porque el Flaco Bilos saltó mejor que los demás, viejo! No están los que trabajan y los que no. Están los que lo hacen bien y los que lo hacen mal...
-¿Trabajar más no ayuda a mejorar?
-Está comprobado: demasiadas repeticiones te pueden hacer perder el efecto de la obra. En cualquier actividad. Las repeticiones en el fútbol deben ser prudentes... Una vez puse una barrera con Mondragón en el arco, para practicar jugadas de tiros libres. Por ahí, me arrimo a Mondragón y le digo que vaya detrás del arco... ¡Los demás siguieron haciendo la jugada, en lugar de darle al arco y meter el gol! El fútbol, como todo juego, es engaño: debo lograr que el arquero crea que la patearé acá y la pateo allá...
-¿Cómo ves el vínculo con la gente?
-Mal. No hay más público, los que van a la cancha son espectadores. Yo en un ballet soy un espectador; en un museo me emociono por estar en un lugar maravilloso, lleno de ideas concretadas... En el fútbol soy otra cosa. Y el fútbol está en tal punto que necesita que le pongan minas que muestren culos.

Va y viene el tono, la energía de ese tipo polémico. Jamás se aburrirán con él, quien admira sus reflexiones, quien lo ubica en la pedantería. Los términos medios parecen destinados a estados de mediocridad. Así es él. Siempre transitando por veredas extremas. De a ratos ríe ese tipo con escasa facha de abuelo, con más de 550 partidos como DT.

-¿Y tus colegas ?
-Hay buenos. Pero hay que dar una voz de alerta. Aparecen con cara de intelectual y te dicen que van a hacer tres turnos. O sea: el que hace uno es bueno, el que hace dos más y el que hace tres... ¿Vamos a hacer diez turnos? ¡Mentira! Deben dar una tarea docente... Ahora los técnicos son agentes de seguridad de la política de los clubes. Lo logran en la medida de los resultados. -¿Dan ganas de dirigir?
-Sí. Hay dos modos de morirse: en el frente, en la lucha, defendiendo verdades, tratando de transformar las cosas. O ser un contestatario permanente. Me meto cuando veo que hay proyectos a largo plazo. Pero vienen cuando están con el agua al cuello.
-¿Y en Europa?
-Hmm. Dicen que España está llena de arqueros con el argumento de que ahora tienen entrenadores de arqueros... Pregunto: si yo soy el director de una orquesta, ¿voy a traer a un entrenador de vientos? Soy entrenador de fútbol: debo saber más del arco que los arqueros. Si no, cualquiera es cualquier cosa. ¿Si no sabés de arqueros, tampoco de fullbacks? ¡Cómo! ¿Si jugué de 10 no puedo entrenar a los laterales?
-Varios DT actuales son campeones tuyos.
-No tiene mucho que ver. Yo tenía un profesor de Química que era un genio y acá estoy... (Lanzó una carcajada). Espero hace 20 años que se caiga una idea para debatir.
-Con Bielsa podías...
-Sí, claro, pero es demasiado tímido y no pudo con el sistema. Sabe mucho.
Van más de dos horas de repiqueteo. Prende un faso negro, da profundas pitadas. Recorre la delicada línea que separa el fútbol y la vida.

-Haciendo una metáfora, ¿el fútbol va hacia la derecha?
-Mayoritariamente sí. Hay excepciones, pero está lleno de mentiras, de trampas... Una vez, Cavallo dijo que "había que esperar". Lo desafié: "El y yo nos vamos a vivir a la Villa 31, y ellos van a nuestras casas. Y esperamos...". Si no, es fácil decir que hay que esperar. No soy amateur, no le tengo miedo al término negocio. Pero no deben ser tan perversos que destruyan el crecimiento de los demás. Esta ausencia de solidaridad es premeditada. Veo cosas... Le hicieron juicio político a un tipo por Cromañón, y hay millones de causas para hacer lo mismo: los pibes se mueren de hambre acá en la esquina, las villas crecen...…
-Y el fútbol no puede zafar de esa realidad.
-Como sentido de pertenencia, aún está muy arraigado en las clases populares. Pero nos robaron los colegios, la música, la salud. Y ahora también nos están robando el fútbol, que se sigue sosteniendo gracias a una cuestión genética. Siempre está latente recomponer las ideas, pero... Lo dije cuando gané en el 78: si no se hacía una profunda reestructuración, el fútbol estaba condenado. El trofeo para lo único que sirvió fue para integrar una vitrina. El problema es qué es lo que perdés: Holanda nunca fue campeón, pero nunca perdió más que un campeonato. Todo lo otro sigue intacto: capacidad, orgullo, decisión, representación, estilo. Los demás están condenados al fracaso o al éxito.
-Valdano, hace poco, dijo que no deseaba más revoluciones en el fútbol: todas traían retrocesos.
-Yo quiero una revolución a favor de un compromiso con la gente. No como los que, dentro y fuera del fútbol, quieren hacerlas para sobrellevar la miseria: los que juegan al 0-0 para ver si pueden ganar 1-0. Yo juego para ganar 3-0. Siempre quiero ganar, eh. Los que me conocen saben que no hay tipo más loco para los juegos. Pero siempre quiero jugar bien, mejor que el otro. No quiero ganar porque pincho la pelota.
-No todos piensan eso.
-Lo dijo Julio Grondona: si ganaba 1-0, que se pinche la pelota y se apaguen las luces... Mientras, Berlusconi predicaba: 'No me interesa un Milan que sólo sea exitoso. Sí uno que sea exitoso y que dé espectáculo'. ¡Berlusconi, la ultraderecha! El presidente de la AFA tiene la máxima responsabilidad. Pero cuidado con minimizar la responsabilidad de los demás. Este lugar, para los que nunca salieron en ninguna foto, es muy apetecible. La dirigencia argentina da miedo...

La risa final. La explicación de uno de los motivos de su admiración por Arsene Wenger: "Una vez le respondió a Mourinho: 'El problema del éxito es que a los imbéciles los transforma en más imbéciles, no en más inteligentes'".
Un Flaco auténtico.

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