25 de octubre de 2012

"Esto es por plata..."

La frase de José Luis Ponce se hace carne en estos tiempos... Lástima que algunos periodistas no lo entiendan y claudiquen

Un año de ausencia es mucho tiempo para resumir con palabras encadenadas. No me animo ni a palos. Pero algo debo hacer para combatir "la nada" de la Historia Sin Fin. Entonces emprendí el regreso y este es el primer intento.

José Luis Ponce (de aquí en más, JLP), aquel talentoso periodista compañero de el periódico, hoy por hoy, desperdiciado y extraviado en la noche de los tiempos, vaya uno a saber por qué, usaba aquella frase del título para explicar actitudes. Un justificativo, una razón, el génesis o las tres... que se yo

Mi año de ausencia me dio aire para analizar cuestiones de mi oficio y de las actitudes de "colegas" que, en la mayoría de los casos, le pone distancia a la  ética. Para bien o para mal. Más lo segundo que lo primero, por cierto. Sino mírenlo a Lanata, deglutido por su personaje, derrapando por leca a cada rato.

Más que nunca la frase de cabecera de JLP explica los tropezones del obeso periodista. El tema que quien se ocupa de sus haberes es el mismo que no cumple leyes. Para el Lanata antiguo un patrón así llenaba su programa de informes periodisticos. Hoy no...

Los patrones de medios tambien entienden que "esto" es por plata. Pero solo importa la que expande su bolsillo trasero debido al crecimiento de su billetera. Lamento decir que muchos de ellos consideran que nuestro oficio es gratuito.

Lo grave de ello es que algunos colegas también lo creen o hacen "la perra que la están fifando". El ego los pierde. El ansia de trascender, de salir del anonimato es más fuerte que el respeto que pierden por ejercer el oficio a cambio de nada.

El dueño del medio está convencido que colgar un micrófono es su única responsabilidad. Y que el "deber" del periodista es agradecer la oportunidad sin ver un peso o "metiendo" un cliente. A un  toque el periodista hace sus primeras armas como tal y como productor comercial. Dos oficios al únisono gracias a la "buena voluntad" del empresario.

Muchos amigos que, extrañamente, me admiran en esto de escribir, desde el momento que anuncié mi "regreso" estamparon su alegría en las redes. Agradezco, pero no me mareo. Si hubiera sido tan bueno...

Mi oficio atesora frases hechas como por ejemplo:  "... se es periodista siempre". Con absoluta seguridad digo que esa máxima no es verdadera.

Se puede tener mirada crítica. Tal vez, se pueda escribir bien. O comunicar aceptablemente con un micrófono enfrente. Pero se es periodista "completo" si laburás en un medio. Sino, el círculo no cierra. Si no te escuchan, sin no te leen, sino te miran... no sos periodista y, no sirve de nada, que sepas que sos eso.

Ninguno de nosotros lo dice. Hay mucho de ego cuando se comunica. Todos queremos que nos recononozcan por lo que somos. Si bien el abc indica que lo primero es informar, también queremos hacerlo desde una belleza estética usando palabras que no todos usan.

Entonces, escribimos, hablamos e informamos para nosotros también. Porque queremos que nos admiren, que nos soben el lomo y para que nos paguen...
El periodismo dedicado al deporte debe exigir el compromiso del empresario. Sin ese compromiso no hay respeto, por más que se lo declame a los cuatro vientos.


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