29 de mayo de 2008

Mercosur, pan y circo


El subsidio inmobiliario ayudando a privados para que refaccionen la hotelería es la nueva verguenza de José Jorge. Y yo no tengo chapas para techar mi asador.

Cada vez que algún micrófono se arrima a la boca del gobernador tucumano, sus labios se mueven dibujando palabras que disfrazan la realidad.
Dice que aquí se redistribuye el ingreso, que no se puede estar mejor, que Tucumán ha crecido. "Estamos haciendo cosas" es una de sus frases favoritas. Los micrófono se mantienen frente a su boca y el tipo sigue con el autobombo, mientras en los semáforos se agolpan los chicos buscando que algún automovilista acepte que le laven el parabrisas. ¿Los autos oficiales no se detienen en los semáforos?
Desde el sur, llegaron un montón de tucumanos hambrientos embarrándole la cancha al gobernador. Oscureciéndole el paisaje que describe a traves de los micrófonos cómplices. Que no repreguntan.
Así es fácil. ¿O no José?
Mientras muchos coterráneos no llegan a fin de mes, el gobernador le otorga ayuda económica a hoteleros privados para que refaccionen las suites a 15 lucas por cada una. Tucumán estará en la mira de Latinoamérica y el gobernador no quiere que su feudo sea criticado por nimiedades.
Vendrá gente importante, dicen por la cumbre del Mercosur, pero a los cartoneros eso ni les va. Ellos con Chávez en Tucumán igual deberán arriar a toda la familia para juntar la mayor cantidad de cartón que se pueda. Ninguno de ellos logrará mutar su existencia porque vengan mandatarios de países vecinos. La redistribución no los incluye. Ninguno gozará de los beneficios de un Centro de Convenciones ni los subsidios a los competidores de Aerolíneas. No viajan en avión y no asisten a convenciones. Tienen otras prioridades... sobrevivir, por ejemplo.
Un palo entre tres hoteleros repartirá el gobierno tucumano. Como ven, la guita sobra y de tal manera que refaccionarán suites presidenciales con nuestra plata.
La brecha entre los que menos tienen se sigue agrandando. Los pobres cada vez son más pobres y muchos caminan a engrosar los índices.
No soy necio. Este gobierno ha hecho cosas. Barrios, pavimentos, promovió la radicación de capitales, pero mal que le pese a José Jorge, no alcanza.
Si desde el gobierno se decide ayudar a los que tienen para favorecer a una minoria se deja de alimentar a algún pobre.
El trabajo genuino instalado, salvo en la construcción, no está disponible para los pobres.
Vendrán Bachelet, Chavez, Lula, Evo, Cris, Tabaré y otros. Se quedarán casi 24 hs. Ni siquiera alcanzarán a dormir en los hoteles.
Cuando se vayan, los pibes continurán en los semáforos durante el dia y la noche seguirá siendo el momento de los cartoneros. Nada va a cambiar... salvo las suites de los hoteles.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Es verdad. Cada vez que queremos comer un asado en un casa, hay que rezar para que no llueva.
Ahora no te podés negar: se viene la época de sequía, Negro.
No seas amarrete e invitá.

PD: de paso pedile a José Jorge unas chapitas pa'l techo del asador y uno ladrillitos para la chimenea.

DanielGS dijo...

Lo de los subsidios a los hoteleros es imperdonable. Los hoteles son inversiones privadas y no tienen por que ser subvencionadas con fondos publicos. Con ese dinero podrian haber arreglados las escuelas publicas o los hospitales que se estan cayendo a pedazos. Educacion PUBLICA y salud PUBLICA deberian tener prioridad sobre emprendimientos PRIVADOS, en lo que a fondos PUBLICOS se refiere, no?