El juego de las diferencias

Foto Diario La Gaceta


Tercer partido sin triunfo de Atlético; tercer partido sin perder de La Florida. Uno frunce el entrecejo, el otro sigue con la sonrisa dibujada. El empate 0 - 0 tuvo un sabor ditinto.

Atlético, el que frunce el entrecejo, parece sin memoria, ausente. Como si todavía estuviera de pretemporada, donde el resultado no importa.
La Florida, el que sonrie, parece otro, aunque las caras sean casi las mismas. Habrán influído tanto Biazotti y el "Petete" Hernández?
Los triunfos de Atlético y la tremenda diferencia sobre el resto durante el segundo semestre del 2007 fueron el árbol que tapaba el bosque. Sostengo que la propuesta está perimida. La Florida hizo lo mismo que Antoniana, aunque corrió menos que los salteños en la fecha pasada. La estrategia del "Bochón" fue llenarle de piernas tricolores la media cancha. La línea de volantes pegadita a sus defensores sin dejar pasar el viento. Si a eso le sumamos los seis volantes que Atlético habitualmente coloca, el tránsito donde se genera fútbol se congestionó y los decanos quedaron maniatados. Hernández siempre tuvo un rival a dos metros igual que Sarría y el debutante Alvarez quedo aislado por el piquete del este.
Lazarte cortó lo que le pasaba cerca sin tener que correr mucho, favorecido porque "Panchito" Palacios (el mejor de la cancha) fue el dueño del lateral derecho, y el "Cura" Molina y González se comieron a Montiglio. López haciendo de Erroz no gravitó y junto a Graneros estuvieron para marcar y cubrir a sus carrileros.
La Florida fue honesto porque puso todo lo que tenía que no es mucho, con eso hizo lo que pudo. Sus volantes tenían la misión de marcar primero y jugar cuando se pudiera. Hasta los 30' del segundo lo lograron. Allí aflojaron las reservas físicas lo que provocó que en la retina de la concurrencia quedaran gravados esos 15' donde Atlético lo arrinconó con corazón y sin cerebro... y sin Sarría... y sin Hernández.
El travesaño ahogó dos gritos y el 0 - 0 quedó sellado.
Otra vez un solo delantero para el equipo que tiene destino de ascenso, según reza el discurso de hinchas, cuerpo técnico y dirigentes.
El otro, el humilde, el que hizo llover durante el 2007, lleva tres sin perder y su discurso es mantener la categoría.
Objetivos distintos, billeteras distintas, planteles distintos...pero en la lluviosa tarde de domingo casi que ni se notó