14 de marzo de 2007

Lucas desde Zaragoza



Lucas Victoriano, leyó la nota sobre Carlos Paratore y se animó a bajar teclas. Alguna vez dije que este deportista trascendente de nuestra provincia tenía la cebeza bien puesta. Y no me equivoqué

Excusándome de mi inexperiencia como narrador o periodista aprovecho, a través de la página de mi amigo, a hacer mi primer comentario publico personal.
Así como alguna vez los periodista creen saber hacer mejor las cosas a través de sus criticas que los propios deportistas, hoy toca que yo les invada el terreno.
Con la misma ilusión y convicción que ustedes ponen en sus críticas trataré de narrarles, en primera persona, cómo somos muchos jugadores profesionales.
Cuando comencé a leer me creía cada palabra que me ponían enfrente, no tenía capacidad de sacar conclusiones y era totalmente vulnerable al individuo de turno.
Más tarde pensé que los que escribían las crónicas eran señores sabios, que se bajaban de su mundo irreal a tratar de acomodar al mundo real. Que sabían de política, deporte o policiales y les envidiaba la facilidad con la que podían llegar a miles de personas.
Cuando ya de hombrecito (todavía soy muy joven) comencé a devorarme las páginas de deportes y, al mismo tiempo, saber más de mi profesión me ayudó a sacar las primeras conclusiones; recién ahí me di cuenta de la verdad.
Hay periodistas que honradamente hacen su trabajo con el corazón y la mente y los hay otros que lo hacen con el bolsillo y la cabeza. Saber distinguir ahora a los buenos de los malos me alivia y me saca el peso insoportable que sostenía desde niño y al que me anima también a escribir sin ser un sabio.
Así como me bañe muchas veces en las gloriosas palabras y adjetivos excelentes que calificaban mi juego, otras también tuve que soportar la dureza con la que cae el martillo, justamente en los momentos en los que no me encontraba muy bien.
Los deportistas no soportamos nunca las críticas o comentarios si son malos. Los buenos si claro!!
Yo les voy a decir como somos nosotros, los deportistas de elite, los que estamos expuestos desde pendejos a los malos y buenos cronistas que vienen de mala o buena onda según como le caigas. Yo soy difícil de torear, soy egocéntrico (me encierro en mi capa antitodo para no sufrir), egoísta (me defiendo pensando que si no lo hubiese sido no hubiese llegado), vanidoso (me justifico pensando que es por lo expuesto que estoy siempre), mal criado (porque desde chiquito me dijeron lo bueno que era), independiente (no debería ser nada malo, pero te ayuda a no depender ni pedir nada y para mi eso es malo), mal educado (no estudié ninguna carrera) y seguramente mucha cosas más. Si bien hablo en primera persona, la mayoría somos así.
Con esto quiero culparles exclusivamente de la dependencia que me crearon ustedes para poder vivir el fantástico mundo de los privilegiados.
Sin embargo estoy preparado para cuando los focos se apaguen, las preguntas huyan hacía otra victima de endiosamiento, para cuando las firmas de autógrafos me las pidan solo en los bancos, cuando algunas minitas ya no deliren por mi, cuando vaya paseando por la calle y nadie se de vueltas preguntándose si soy o no el capullo que salía en la tele.
Eso sí, no estoy preparado para lo demás, para levantarme a la seis de la matina, para hacer no se qué cosa, porque voy a salir al mundo laboral con 30 y tantos años sin experiencia, sin titulo, y sin orgullo. Quién me dirá mi cómo soportar órdenes si siempre estuve acostumbrado a darlas, en la cancha y muchas veces fuera. Ya no viajaré gratis con 15 personas más, lo haré solo. Tampoco me alojaré en los mejores hoteles de las ciudades, tendré que aprender a hacer los trámites, las colas, ir al hospital y pagar en las discos de moda.
La que me espera amigos, y los hago cómplices a ustedes por haberme mal criado tan bien.
Por eso agradezco a los que me puteaban, a los mala ondas, los envidiosos, solo así sabrán que no me hicieron el daño que pretendían, si no más bien me ayudaron a no creerme el rey cuando estaba pasando mi momento de gloria (todavía quedan) y te agradezco “negro” y a mis amigos por tratarme como uno más. Y a ustedes les invito a pensar en como tratarán al próximo jugador al que les toque entrevistar, si como sabios o dioses o no y les ayudarán a que a largo plazo no sufran el síndrome “antes YO era”.

P.D : No estoy retirado todavía y amo esta profesión. Estoy orgulloso de lo que conseguí. Me encantaría ver salir mejores jugadores de todos los deportes en nuestra provincia y, por si queda alguna duda, me caen muy bien algunos periodistas.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Honestamente espléndido...Una cruda radiografía de quien está "del otro lado" de lo que se lee o se escucha.
Podríamos resumirlo como el famoso "sin cassette", argumento harto usado no sólo por deportistas sino también por (pseudo) periodistas explicado en la simple fórmula de que unos preguntan lo mismo y otros responden lo mismo. Pero yo me permito hacer una pregunta (si quiere, el Sr. Victoriano puede responder): si algún iluminado del (otrora) 'lápiz y papel' se atreve a salirse del cuestionario de rutina, cuántos deportistas 'realmente' contestarían con el corazón, la verdad y la honestidad? Alguna vez me tocó enfrentarme con un sólo, en este caso futbolista, que supo responder a la crudeza de mis preguntas y del 'Negro' Veliz también. Era Pedro Monzón, ex zaguero de Independiente y del seleccionado argentino, que en ese tiempo jugaba en Atlético. Pero, claro, el tipo estaba loco y "sacado", enfermo...Sino, dudo que nos haya dado una entrevista de lujo y de frente.
Saludos.

Julio dijo...

Juuuuu, que fuerte que estuvo esto, Negrito.

Saludos a Lucas desde la distancia.