7 de junio de 2014

Periodista, eso que soy


Me siento y escribo... me sale. A veces es  más legible... A veces  una porquería... A veces me felicitan y lo tomo con soda... A veces me putean y sonrio... Un periodista, eso soy

Mi viejo me acomodó un banquito de madera alto, en la punta de un mostrador de cemento. Cables, micrófonos, auriculares y gente de este lado del vidrio grueso. Del otro lado, otras gentes que gritan pero que no las escucho... allá abajo 11 contra 11 con colores distintos. Fútbol de un lado, cabina de transmisión del otro.

Tal vez, haya sido aquel momento mi primer contacto personal con el periodismo, a pesar que tenía un padre que se dedicaba a esto. La tarde de domingo no terminó tan bien... Cometí el enorme sacrilegio de gritar un gol de Atlético y me desterraron a la plateas que quedaba del otro lado de aquel vidrio... No podía haber parcialismos en una transmisión radial de El Mundo del Deporte.

En honor a la verdad, por aquellos años yo quería ser uno de los que jugaba y no uno de los que contaba como era el juego... El periodismo era para los viejos... Jugar al fútbol era el sueño de un morochito de piernas flacas y el "pechito hundido" como decía Doña Nilda.

La vida avanzó y las piernas flacas respondían a medias los impulsos cerebrales. Con la cabeza fui un crack al fútbol y al básquet... En el campo de juego costaba llevar a cabo las órdenes que llegaban desde la azotea. Ya los domingos que no iba a la cancha, radio de por medio, llevaba resultados y estadísticas...

Aquella profesión de "viejos", le había ganado la pulseada al sueño del crack... Ya contar y analizar era atractivo y te diría que todo fluía de manera autodidacta o casi. Leía de todo y escuchaba radio a lo loco. La influencia venía de allí, sin dudas.

Tuve la suerte de cruzarme con tipos grosos y de los otros. Los primeros me dejaron un fardo que aproveché y aprovecho. Los segundos, inconcientemente, me enseñaron qué cosas no debi ni debo hacer. Al fin y al cabo, el periodistas copia y deja de lado. Elige y se forma...

 Llevo 10 años de periodista no rentado y lo disfruto. Lamento hasta ahí no recibir paga. Hasta creo que soy más periodista porque no estoy atado a nada... ojo dije "más" y no "mejor". Está buena la figura del francotirador y nada mejor que las redes para serlo. Bendita internet...

Sigo leyendo y sigo aprendiendo... Sigo renegando y disfrutando... Sigo peleando contra la tormenta a pesar de tener los ojos tapados de arena... Está bueno ser quijote y de vez en cuando acertarle una pedrada a las aspas del molino... Cualquiera que trabaje de esto sabe la satisfacción que se siente...

Sigo siendo lo único que sigo aprendiendo a ser... Un periodista, apenas