13 de enero de 2010

No estoy

En realidad estoy en el paraíso. En las sierras de Córdoba. De vacaciones, como corresponde a un trabajador argentino.

Apenas vuelva cuento, con fotos incluídas, dónde estoy. No exagero cuando hablo del paraíso, pero esperen a ver las imágenes. Estoy engordando y comiendo lo que venga y lo que vaya también. No tomé pastillas para la presión. No me hizo mal nada. Los veo a la vuelta o les escribo mejor. Después van a querer venir todos.
Un abrazo... enorme

1 de enero de 2010

2010... una te pido nomás


Escribo esto en la mañana del último día del 2009. Jamás en mis 52 rogué tanto para que se terminara un año.

"Si... pero tenés una familia hermosa..." me dicen algunos cuando me quejo por algo. Que tendrá que ver mi familia hermosa? Si me estoy quejando por otras cosas y no por mi vida familiar. Sólo tiene que ver con la tranquilidad que no consigo y creo que a esta altura me lo merezco.

Agredezco lo que poco o mucho que poseo. Un buen laburo, un auto que labura, una hija estudiosa y responsable, un hijo hiperespecial y una mujer que me pone el hombro... y los amigos, que los tengo de a puñao y que tengo la enorme dicha de no pagar para tenerlos.

Reniego de otras cosas. De los energúmenos que creen que por uno junta amigos de a puñao, pasa a ser el enemigo más temido. De las injusticias de no ser valorado como me lo merezco porque los mediocres manejan el mereciómetro. No debería preocuparme de los energúmenos y de los mediocres, me dicen los mismos algunos de siempre en una frase pretendidamente pragmática.

Pero si yo lo dejara de hacer, de preocuparme digo, me debería preocupar (redundancia que me hicise mal...) mucho más porque significaría que el Negro Veliz está cambiando. Pero también reniego porque esos energúmenos y esos mediocres se meten con gentes que quiero y respeto.

Para colmo, la intranquilidad se ensañó en estos últimos 365 días y alejó para siempre de mi lado a gente muy querida. Leyes de la vida que le dicen, pero nadie dice que esas leyes, así como son de inexorables, también son así de crueles.

Sigo sin poder digerir no ser un periodista rentado, en un lugar donde el periodismo "se renta a sí mismo" con absoluta irrespetuosidad sobre uno de los laburos más sublimes que conozco. Ejercer el periodismo es eso y mucho más pero para los que lo toman como metier habitual por estos "lares" sólo es un laburito para sumar platita.

Se han convertido en rastreros de la moneda; en mendigos de un avisito; en arrodillados de una profesión sagrada que merece la pelea palmo a palmo con los dueños de los medios, para lograr el respeto por la profesión que tienen la suerte de ejercer. Respeto que se consigue imponiendo el estatuto del periodista, por ejemplo.

Me ha perseguido la malaria durante todo el 2009 y eso que alcanzo a parar la olla, pero igual me jode que la tranquilidad no llegue y no pido mansiones ni countries, ni cuatro por cuatros, ni plasmas. El Trío Manal lo decía en "Jugo de tomate frio"... "no es necesario tener un auto, ni relojes de medio millón, cuatro empleos bien pagados, ni ser astro de televisión..."

Quiero dejar de correr, quiere bajar el nivel de adrenalina, quiero sentarme un poco y mirar... En definitva quiero ser feliz por unas horas al día aunque sea. Quiero dejar de dar exámenes todos los días para demostrar lo que largamente ya demostré. Ya está... ya tengo 52 y creo que me lo he ganado.

Termino el post en la tarde del primer día del nuevo año, luego de leerlo y reelerlo. Me pregunto si será demasiado lo que pido y si no es injusto hacerlo observando lo que me rodea. Creo que no... la felicidad no tiene porqué ser siempre brasileña.