30 de diciembre de 2009

Imbancables y sonrisas - final 2009 I


Este año fueron menos entregas, pero hay muchas cosas que rompen la paciencia.

Imbancables:

El acento de Cristiano Ronaldo en la propaganda del champú: Ojalá te agarre un ataque de caspa que te quite la voz. Aguante Messiiii

Las películas navideñas del cable:
es mentira que para esta altura del año todo el mundo sea bueno y sino... miren a su alrededor.

El precio de la carne: ganaderos hdp; matarifes hdp y carniceros con viveza criolla. Y nosotros... los estúpidos que seguimos comprando.

El intendente Amaya: seis años pavimentando y repavimentado y requetepavimentando... y todo sigue igual. El tránsito un kilombo afgano y las calles con roturas simil Franja de Gaza. Colorao fracasado!!!!!

Riki Fort: cualquier pelotudo se mete en nuestras vidas. Y este es el pelotudo of the year...

El kilombo de los árbitros de fútbol: Una más para no ir a la cancha...

Lo que gasta la gente pa' las fiestas:
En serio, dejen de joder. Después no van a tener ni pa' la sal.

El gobierno tucumano: porque le adelanta guita a la gente para que se maten gastando, para despues darles préstamos. Rehenes en cadena son los estatales.

Los que usan la palabra alta/o: alta fiesta, alto tema, alta mina, alta pilcha... por qué no se van un poco a la alta mierda?

Los vendedores de paco y otras mierdas:

La cana I:porque no mete en idem a los vendedores de paco.

La cana II: No saben donde viven los vendedores de paco?

Los jueces federales: Tampoco saben donde viven esos cosos?

La cana III: porque tiene el músculo ágil pa' perseguir a motoqueros sin cascos, pero lo tienen atrofiado para atrapar a los vendedores de droga.

El árbitro Faraoni: estuvo rápido para cobrar los goles de San Lorenzo ante Atlético, pero no para denunciar la corrupción.

La AFA: porque metió al tema en el freezer.

La novela "Botineras": hay gente que pone plata pa' producir estas obras de arte?

El precio de las entradas en Atlético y San Martín: Es verdad que en las boleterías trabajan el gordo Valor y la garza Sosa?

Los asesinos de la Sra. de Roselló.

Los remises que cubren Tafí-Tucumán: te llevan por el boleto... derechito a la muerte. Los otros días vi a uno esquivar un pucho...

El gordo Claudio: que la va de Serafo Dengra y anda hecho pelota cada vez que juega al rugby. Dedíquese a los triples de ternera, cumpa...

El ruso y Sejo: La vida empieza y termina en la camiseta celeste y blanca de Barrio Norte. Son el hammas del pueblo dekano... Muchachos, hay una vida más allá de 25 y Chile.

Por ahora sólo hay de las malas. Para las buenas sintonicen otro canal

25 de diciembre de 2009

La Chicha


Otra de las cosas que me joden de Tafí Viejo es no encontrar un lugar donde comer como la gente. Fui a varios hasta que mi hija me llevó a la cantina de Juventud Unida. No me arrepiento.

No busquen lujos. En realidad no hacen falta para deleitarse con un buen bocado. Es un lugar de antes. Con olor a comida de antes. Con gentes de antes y con el calor familiar de antes. Manteles simples en mesas simples, sillas de plástico y atención "personalizada". A veces La Chicha, a veces su hija Rossana, a veces un nieto... es lo mismo.

El menú no cambia demasiado. Tampoco hace falta que sea una larga lista. Siempre hay uno del día, especial y casi siempre los consumen los habitues. Si llegás a tiempo, ganaste. Si no, lo de siempre también está joya. Lampriao (no escalope) al que no se le despega la cobertura que a ese bife lo convierte en el consabido lampriao. Ese mismo plato, en un pan frances con lechuga y tomate invita a no dejar ni una miga.

Es el ambiente. Es la gente. Desconocida para mi en su gran mayoría. Pueblerinos con todo lo que el término encierra. Eso que se resume en el "buen día... provecho" del que ingresa al recinto. Educación de antes diría también y no hablo de la adquirida con los estudios, sino aquella que se mama desde la cuna.

Heladera mostrador, freezer y tele con cable hablan de una modernidad que contrasta con la heladera de cuatro puertas de madera y con los ruleros y el delantal dominguero de La Chicha. En la cocina, Graciela ofla con su pié derecho apoyado en su pantorrila izquierda, mientras Pedro ceba el vino en las jarras que más tarde distribuirá en las mesas.

Aquella modernidad también contrasta con el largo mesón de habitues de los domingos. Herrera, Don Díaz, Manuel, Don Aranda, Bachicha... barrita de viejos y jóvenes que en medio de la tertulia comparten vino en jarra con soda en sifón de 1/2 litro, empanadas y menú del día. Hasta el "Mono" Villafañe se pega una vuelta de vez en cuando. No el cantor, sino su papá, aquel crack de San Martín de la década del ´50.

No llegan juntos sino de a uno y como pidiendo permiso. Saludo efusivos y no tanto con la otra mesa grande (redonda ella) de parroquianos, cuyos nombres se me ecapan y que también se reunen con precisión casi suiza. Los sábados y los domingos se diferencian de los demás días. Tienen el vértigo de los clientes golondrinas que van y vienen, tupper en mano, para retirar los encargos donde las empanadas de pollo son la vedette.

Allí todo se mezcla. Ricos y pobres. Trabajadores de manos cubiertas de callos y ropas trajinadas comparten bebida, charla y rica comida con encumbrados personajes con placas en las puertas de sus hogares. La comida de La Chicha, la atención y el ambiente de paz familiar son el motor de ese pequeño mundo compartido por gente de distintos orígenes e idéntico destino.

"Estos hombres no deben tener familias..." dice mi hija en un apretado análisis sobre los clientes que los domingos almuerzan en la cantina. "Vienen a hacer el vermouth" dije yo en una apresurada respuesta. Con varios domingos encima concluí que en esa cantina están sus familias o algo parecido. Nadie que haga un vermouth a la vieja usanza toma sopa como corolario.

Y hasta eso tiene La Chicha... siempre hay sopa

4 de diciembre de 2009

Sacre bleu


Ante la insistencia de mi amigo Dany hablo del último clasificado al Mundial de Sudáfrica 2010. El fútbol tiene estas cosas...

"El fútbol tiene esas cosas..." es una de las grandes/pequeñas frases con la que algunos oráculos de... pretenden explicar un juego que no tiene explicación razonable. Cómo puede ser que la tenga un deporte que se juega impúnemente con los pies. Algo tan imperfecto no merece que se gasten neuronas al divino botón.

En cualquier juego una transgresión al reglamento se sanciona sin miramientos. La ley es tan importante como el juego mismo. Para eso está la regla... para marcar límites. Nadie se atrevería a festejar un triunfo basado en una transgresión.

En el fútbol si. Allí no hay ética. Los fundamentalistas del resultado afirman que hay que ganar como sea. Un "como sea" es la mano de Henry. El triunfo justifica la trampa como medio. El fútbol es el reino de la trampa y la mentira y, por ello, acciones como estas son entendibles. En la NBA los árbitros van a la tele y modifican un fallo. En el rugby no convalidan un try dudoso hasta que otro juez lo mira hasta el hartazgo en contínuas repeticiones.

El reglamento el fútbol que es claro y taxativo también está fallado, porque una acción como la del delantero francés frente a Irlanda debería permitir una revisión. Porque fue alevoso, ofensivo y cargado de mala fe. Pero ese mismo reglamento ata de pies y manos a los tribunales de disciplina quienes tienen que legislar sobre la ley escrita y con el informe del árbitro en la mano. En muy pocas oportunidades se actuó de oficio y, si se hizo, fue sobre alguna situación específica de agresión física.

Pero la FIFA castigó igual al seleccionado francés por aquella inconducta. Lo marginó de su derecho a ser cabeza de serie para el Mundial de Sudáfrica. O sea que la entidad encabezada por Joseph Blatter sabe y admite que hubo un hecho de corrupción.

Y si lo trasladamos a la Argentina ese tipo de hechos se potencian por la consabida "viveza criolla". Lugar desde donde se explican inconductas, trampas y avivadas con tal de sumar 3 puntos en la tabla. El fútbol es sucio, pero apasionante. Propenso a la trampa pero atrae. Es el único ámbito donde la bajeza humana es aplaudida.

Algunos fanáticos escupen jugadores, insultan árbitros y cuando la hacen con alguna espontaneidad, otros también, espontaneamente, se rien a carcajadas. Ya lo dije... si uno lo razonara no iría más al fútbol. Sabe que allí un pibe alcanzapelotas esconderá los balones si su equipo va ganando apañado por los mayores. Sabe que allí algún jugador se tirará al suelo simulando la muerte con tal de sacar ventajas.

Sabe que algún técnico meterá un cambio en el minuto 90 intentando frenar al rival que se viene con todo mientras su equipo está colgado del travesaño. Sabe que algún jugador reclamará mariconamente por una amarilla a un jugador que le encajó una patada.

Todo eso y mucho más es el fútbol. Por eso Francia estará en el Mundial e Irlanda no.